Preparando la visita del Sevilla, otro rival que estrenará entrenador en Anoeta
«La gente está contenta conmigo»
Carlos Vela, uno de los destacados en el Camp Nou, dice que no es tiempo de hablar de su futuro aunque tampoco cierra la puerta.
Asier AIESTARAN
Al contrario de lo que ha sucedido con McDonald Mariga, parece que Carlos Vela sí podrá cumplir las expectativas puestas en él cuando se le trajo el pasado verano. Aunque no ha conseguido afianzarse como un titular indiscutible, un cartel que no es fácil de lograr en el cambiante esquema de Philippe Montanier, el mexicano está contando con muchos minutos y ha metido goles importantes, como el del pasado sábado en el Camp Nou, donde la Real no marcaba desde hace nueve años.
Aunque su tanto no sirviera para sumar en la clasificación, el jugador cedido por el Arsenal, destacó ayer que «el equipo se vino arriba» tras el gol. «Creíamos en nuestras posibilidades, que podíamos dar algún susto, y creo que lo dimos. Ellos no jugaron cómodos los últimos minutos. Obviamente sabes que son muy buenos y que no haces goles fácilmente. Ellos hicieron su partido bien, pudieron meter más goles porque tuvieron muchas ocasiones, pero había que intentarlo. Daba igual perder 3-1 o 2-1, como se perdió».
Pero como agua pasada no mueve molino, el equipo txuriurdin piensa ya en su próximo compromiso, la visita del Sevilla, que llegará a Anoeta el lunes con nuevo entrenador. Una situación que ya se dio hace tres jornadas en la visita del Atlético y que tan mal resultado dejó para los donostiarras (0-4).
«Se ha visto últimamente que los equipos que han cambiado de entrenador han cambiado su cara también. Siempre es una motivación extra, porque los jugadores van con todo, a ganarse un puesto, a intentar dar una buena sensación para que cuenten con él. Es peligroso cuando un equipo viene con las pilas recargadas», advertía Vela.
«Ya dimos el primer paso»
Aunque todavía falten varios meses para que acabe el campeonato, el futuro del jugador comienza ya a ser tema de discusión entre los aficionados. Preguntado al respecto, Vela no pudo más que sonreír y aplazar el tema hasta final de temporada, como, por otra manera, no puede ser de otra manera.
«Yo estoy contento aquí de momento. Quiero terminar la Liga bien, ayudando al equipo a que se salve, a que esté lo más tranquilo posible. Y en verano es cuando se empiezan a ver esas cosas. Ahorita no podemos hacer nada aunque queramos. Además, no es mi decisión, se tienen que poner todas las partes de acuerdo. Creo que la gente está contenta conmigo. Así que ya dimos el primer paso. Falta mucho camino pero no cierro la puerta a la Real», manifestó el atacante mexicano.
Mirando a la enfermería
En cuanto al entrenamiento vespertino completado ayer por la Real, lo que se pudo comprobar es que Montanier deberá esperar hasta el último minuto para saber con qué jugadores podrá contar finalmente para hacer frente al Sevilla.
A la baja segura de David Zurutuza, descartado por la fractura nasal sufrida en el partido contra el Sporting, se le han sumado los problemas de Antoine Griezmann y Diego Ifrán. Según el parte médico, el galo sufre una sobrecarga en la musculatura isquiotibial del muslo derecho, mientras que el uruguayo sigue recuperándose de la contusión en el antepie izquierdo y la torsión traumática del tobillo izquierdo sufridos en el partido del Camp Nou. Los dos se quedaron en el gimnasio.
Los que sí se ejercitaron en el césped de Zubieta fueron Gorka Elustondo y Markel Bergara. El primero se limitó a trabajar con el recuperador, mientras que el segundo entrenó parcialmente con el resto del grupo.
Si se confirmara la baja de alguno de los dos zurdos, Vela contaría con todos los boletos para jugar de inicio, mientras que en el caso de los medios centros, Rubén Pardo podría tener la opción de repetir la titularidad que estrenó en Barcelona.
Cerca de 150 niños animarán el ambiente en Zubieta mañana con una nueva edición del Amets Bat. Al celebrarse a puerta cerrada la sesión de entrenamiento de hoy, se ha trasladado la iniciativa a mañana. Esta vez será el turno para los alumnos de los centros Koldo Mitxelena y Telleri Ikastola, ambos de Errenteria, y Axular Lizeoa, de Donostia.
El Sevilla, rival de la Real el lunes en Anoeta, vivió ayer un día dedicado al traspaso de poderes con la presentación de Míchel como nuevo entrenador del primer equipo y la despedida de Marcelino García Toral. Míchel, cuyo último partido como entrenador de Primera fue el que dirigió al Getafe en Anoeta en la última jornada de la temporada pasada, dijo conocer «perfectamente al club» al que llega y que es «optimista» sobre su futuro, pero que «los jugadores son los que tienen que darse cuenta de la situación».
Míchel, que llega al club andaluz con José Vallejo de preparador físico, adelantó que no prevé introducir grandes cambios para el partido contra la Real. A su juicio, «el equipo no tiene problemas de plantilla» e intuye que «los tiene de otras circunstancias» y que, «con una pequeña modificación, los resultados llegarán» en un reto para el que es «fundamental» recuperar «la actitud y confianza» de los jugadores. «Son buenos, son inteligentes, saben la situación y son los que se tienen que dar cuenta para cambiarla».
Marcelino, por su parte, se despidió del Sevilla reconociendo que no tenía «la fuerza moral para exigirles nada» a los responsables del club, que le «habían dado tanto» y él, «con los resultados, les había dado tan poco». Añadió que «nunca había tenido tan poca suerte como técnico, y eso nos ha privado de bastantes puntos y va deteriorando la confianza de todos», y solo se reprochó no haber sido «capaz de convencer a la plantilla que fuera continua en una serie de criterios y valores».
Finalmente, el presidente José María del Nido insistió en que ha defendido a Marcelino «hasta el último momento», pero que «los resultados han obligado a tomar una decisión». Sobre Míchel dijo que han «buscado al mejor» y que espera que «dé con la tecla para poder salir del bache y seguir peleando por los objetivos». A.A.
