REVUELTA EN SIRIA
Al Assad agradece el apoyo ruso con promesas de acabar con la violencia
Bashar al Assad ofreció al ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, promesas de acabar con la violencia y dialogar con la oposición que solo contentaron a Moscú, mientras EEUU, los estados europeos y las monarquías del Golfo agudizan la presión sobre Damasco.
GARA | DAMASCO
El presidente sirio, Bashar al Assad reiteró ayer «la determinación de Siria de cooperar con cualquier esfuerzo para lograr la estabilidad en el país y a dialogar con las distintas fuerzas políticas», según la agencia oficial Sana. Al Assad aseguró que Siria está «determinada a llevar a cabo un diálogo nacional con la participación de representantes del gobierno, la oposición y figuras independientes». De esta forma, confirmó las promesas hechas al ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, pocas horas antes, durante su visita a Damasco.
Según el diplomático ruso, Al Assad prometió poner fin a la violencia «venga de donde venga» y anunció la próxima convocatoria del referéndum sobre la nueva Constitución que abrirá el sistema al multipartidismo. La comisión encargada de redactar el borrador concluyó ayer sus trabajos.
Lavrov señaló que Rusia sigue dispuesta a buscar una solución al conflicto sirio basándose en la iniciativa de la Liga Árabe, que incluye el fin de la violencia. El ministro llegó a Damasco aclamado por el apoyo en la ONU de Rusia, junto a China, con el veto a la resolución sobre Siria en el Consejo de Seguridad. Decenas de miles de personas lo recibieron en la carretera del aeropuerto, en una nueva muestra del músculo con que todavía cuenta el régimen en Damasco pese a la revuelta.
Pero frente al apoyo de Moscú, los países occidentales aumentan su presión sobre Damasco. Estados Unidos expresó su escepticismo sobre los resultados de la entrevista entre Lavrov y Al Assad y las promesas del dirigentes sirio. La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland. afirmó que «la comunidad internacional en su conjunto es escéptica cuando ve que en lugar de poner fin a la violencia, Assad insiste en las mismas propuestas que ha presentado hace meses, meses y meses».
Ayuda «humanitaria»
Sobre la posibilidad de armar a las tropas insurgentes, propuesta por el senador republicano John McCain, Nuland declaró que «no creo que enviar armas a Siria sea la solución», aunque matizó que «no descartamos ninguna opción».
La Casa Blanca sí admitió que está considerando la posibilidad de proporcionar «ayuda humanitaria» a los sirios como forma de presión contra el régimen. «Barajamos la posibilidad de proporcionar ayuda humanitaria», explicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien reiteró que el presidente, Barack Obama, no contempla la posibilidad de iniciar una operación militar en el país.
Al mismo tiempo, Alemania, el Estado francés, Italia, el Estado español y Holanda llamaron a consultas a sus embajadores en Siria, siguiendo la estela de Washington que el lunes cerró su legación.
Igualmente, las monarquías del Golfo -Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Arabes Unidos- decidieron expulsar a los embajadores sirios en sus países y retirar los suyos de Damasco.
Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió una nueva iniciativa, que no especificó, para acabar con la represión en Siria, «junto con los países que están del lado del pueblo sirio y no con el régimen». Además, responsabilizó a los países occidentales del drama en Siria por no adoptar una postura nítida.
Damasco y Ankara iniciaron ayer negociaciones para liberar a 49 oficiales de servicios de información turcos detenidos en Siria donde operaban clandestinamente, según el Gobierno sirio, que exige la entrega de oficiales desertores refugiados en Turquía y que Ankara deje de entrenar al ELS.
El Consejo Nacional Sirio (CNS) y el Ejército Libre Sirio (ELS) pidieron a hombres de negocios sirios y árabes que financien «de forma directa y eficaz» las operaciones de los rebeldes.
Poco antes de que Bashar al Assad expresara un mensaje tranquilizador al ministro ruso de Exteriores, el Ministerio sirio del Interior ofreció la imagen más dura anunciando que continuará la persecución de los «grupos terroristas armados» que operan en Homs, bastión opositor que sufre desde el pasado viernes intensos bombardeos del Ejército que han causado cientos de víctimas.
El Gobierno sirio acusó a esos «grupos terroristas» de la escalada de la violencia en las últimas semanas, e insistió en que continuará su ofensiva «hasta recuperar la seguridad y la estabilidad en la ciudad», indicó un comunicado difundido por la agencia oficial Sana. Según el régimen, seis miembros de las fuerzas de seguridad murieron ayer en los combates y otros once resultaron heridos, mientras que decenas de «terroristas» perdieron la vida. Frente a las denuncias de la oposición, que asegura que el hostigamiento sobre la población civil es sistemático y arbitrario, Interior dijo que las autoridades han puesto en práctica «la máxima contención» y han ofrecido a los insurgentes oportunidades para «volver al camino de lo correcto». Asimismo, Damasco acusa a los rebeldes de poseer un gran arsenal, con bombas de fabricación israelí incluidas, artillería antiaérea, rifles automáticos y munición. GARA