El Ibex terminó ayer por superar la barrera de los 8.900 puntos. Los inversores contaron con el apoyo de las noticias que venían de Atenas, donde los partidos políticos asumieron finalmente los recortes drásticos exigidos por la «troika» para poder recibir el segundo rescate. Una vez dado el primer paso para evitar el inminente impago de deuda por parte de Grecia, que debe hacer frente a vencimientos en marzo por valor de 14.500 millones de euros, los inversores se fijaron en la evolución de la prima de riesgo de los estados periféricos y las peticiones semanales de subsidio de desempleo en EEUU. La bonanza de las referencias anteriores permitió a los índices acabar con subidas moderadas. El Ibex sumó un 0,60%, y hoy comenzará la jornada desde los 8.902,10 puntos. Los avances del resto de plazas europeas fueron parecidos. Fráncfort ganó un 0,59%, París, un 0,43%, y Londres, un 0,33%. Dentro del Ibex, el más fuerte fue Popular (+3,66%), a un día de que se cierre el plazo de la OPA sobre Banco Pastor. Por su parte, Repsol se anotó un 2,13% tras informar de una mejora en las perspectivas de su negocio en Argentina, pese a las presiones del gobierno. El más castigado fue Grifols (-1,96%). Todos los pesos pesados acabaron con ganancias. Santander mejoró un 1,12%, y BBVA, un 1,02%. En el CAC, destacó el salto de Société Générale (+5,39%), que ya gana cerca de un 40% este año. Crédit Agricole (+3,26%) y BNP Paribas (+1,09%) repetían cierres en positivo. Entre los perdedores, el peor fue GDF Suez, al bajar un 4,81% por sus pesimistas previsiones de cara a este ejercicio.