Mariano Barroso combina el drama judicial y el thriller erótico en «Lo mejor de Eva»
M. I. | DONOSTIA
La última película que se estrenó en los cines de Mariano Barroso fue la decepcionante muestra de cine negro rodada en Cuba «Hormigas en la boca», que no respondió a las expectativas creadas con sus tres primeros largometrajes «Mi hermano del alma», «Éxtasis» y «Los lobos de Washington». En los siete años de inactividad se ha dedicado principalmente a la televisión, por lo que no resulta tan extraño que varios de los integrantes del reparto procedan de dicho medio. Y a la pequeña pantalla le deben su popularidad tanto Miguel Angel Silvestre como Adriana Ugarte. No así, la estelar Leonor Watling y nuestro Josean Bengoetxea, que cada vez cuenta con papeles más importantes en el cine.
La protagonista es una juez envuelta en el caso más notorio de su carrera, concerniente al crimen de una bailarina de striptease, cuyo principal sospechoso es un mafioso que siempre se libra de las acusaciones en su contra. La clave para condenarle está en un testigo, que fuera compañero sentimental de la víctima. La relación de la magistrada con el gigoló en cuestión irá más allá de lo profesional, incurriendo en una dependencia sexual fuera de lo aconsejable. Es así como Barroso combina el drama judicial con el thriller erótico.