La diputada vizcaina de Obras Públicas y Transportes compareció ayer ante las Juntas Generales para exponer los criterios por los que la institución foral prioriza la construcción del eje radial Gerediaga-Elorrio, la variante de Bermeo y el túnel de Autzagane, retrasando sine die otros proyectos como la variante de Ermua, el tramo Urdinbide-Oka-Muxika, Urberuaga-Berriatua y el vial entre Boroa e Igorre. Itziar Garamendi insistió en que la crisis económica es la causante de que no se cumpla el Plan de Carreteras que se aprobó el 24 de marzo de 2011 con el respaldo de PNV, PSE, PP y EA.

Garamendi justificó el cambio radical por «la persistencia de la crisis, la incertidumbre futura y las dudas de algunos de los licitadores» -que desechan la fórmula de la financiación a través del peaje-sombra- que les habrían «obligado a alterar los planes de obra de las carreteras radiales».

La diputada jeltzale defendió que solo se acometa en su integridad el eje Gerediaga-Elorrio «por el volumen de población a la que sirve, por la intensidad de tráfico, por la actividad económica del entorno y por su situación estratégica», al ser un tramo del eje Durango-Beasain.

Luego, Bildu informó de diversas irregularidades en la tramitación, como varios pilares ya construidos en Gerediaga, ausencia de notificación al Consistorio de Atxondo del proceso de expropiaciones y que no se hayan escuchado las recomendaciones de otros ayuntamientos. «La mayoría de los usuarios de los pueblos -apuntaron desde la coalición soberanista- seguirán utilizando la carretera actual, excepto cuando vengan o vayan a Bilbao. Si no se enlaza con Gipuzkoa, por el tan famoso como improbable túnel de Kanpazar, seguirán teniendo un importante obstáculo».

Urberuaga-Berriatua no se ejecuta, según Garamendi, porque de los viales previstos era «el que menos tráfico tiene: 7.700 vehículos diarios», dando el consuelo a los vecinos de Lea-Artibai de que se va a conectar directamente Trabakua con la AP-8 a través del nuevo enlace de Gerediaga. Y de la que era una carretera estratégica, la Boroa-Igorre, ahora se pospone su construcción porque la circulación que soporta la N-240 es de 14.900 vehículos diarios

A pesar de que no hay consenso con el Patronato de Urdaibai para el tramo Urdinbide-Oka-Muxika, la Diputación insiste en horadar Autzagane por «cuestiones de seguridad, niveles de tráfico y la gran población a la que da servicio». La intensidad de tráfico también sirve para acometer la variante de Bermeo frente a la de Ermua, 6.485 vehículos diarios frente a 3.511, según la diputada.

A la oposición no le convencieron esos argumentos. Bildu, por boca de Aitor Torre, desveló que ejecutar esos tres viales supone que la Diputación «solo va a hacer una cuarta parte de lo prometido, publicitado y vendido» antes y después de las elecciones del 22M; es decir, 12,2 kilómetros de 36,5. Recordó que José Luis Bilbao ha pasado de defender en el discurso de investidura la construcción de los ejes radiales, que ratificó en diciembre al rubricarse el acuerdo presupuestario PNV-PP, a anunciar sorprendentemente la paralización total de tres viales y la parcial de otros dos.

Torre acusó al Ejecutivo foral de falta de previsión y de haberse dado cuenta a la finalización de la Supersur, o el rescate de los túneles de Artxanda, de que no existía la viabilidad económica para afrontar un plan que se ha desechado en diez meses.

«Ustedes no tienen palabra, no cumplen lo acordado. Ha roto los acuerdos en tiempo, en modo y forma y aquí se han paralizado proyectos sine die al albur de la situación económica», les espetó el apoderado de Bildu Joseba Gezuraga, que en la pasada legislatura fue el juntero de EA en la Cámara vizcaina.

Desde Bildu instaron al resto de grupos, también al PNV, a constituir una nueva ponencia en Juntas Generales para analizar las necesidades de cada comarca, mejorando los actuales viales y, si es necesario, acometer futuros ejes radiales pero contrastando los trazados y sus características con todos los ayuntamientos afectados.