Le Pen acusa a Sarkozy de maniobrar para que no consiga los avales
GARA |
A menos de diez semanas de las elecciones presidenciales en el Estado francés, la candidata de la extrema derecha Marine Le Pen no ha logrado aún los avales necesarios para poder presentarse, por lo que la UMP de Nicolas Sarkozy está intentando atraer a su potencial electorado. El Frente Nacional que ahora dirige Marine Le Pen obtendría entre el 16 y el 20% de lo votos frente al 26% de Sarkozy, cuya popularidad ha bajado a causa de la crisis económica y su gestión. El gran vencedor, según las encuestas, sería el candidato del PS, François Hollande, que lograría un 34% de los sufragios.
Pero el futuro de la carrera presidencial de Le Pen depende de si, finalmente, logra reunir el aval de 500 cargos electos que le exige la ley para validar su candidatura.
La líder del Frente Nacional, que en las últimas semanas ha intentado tomar distancia del legado de su padre -acostumbrado a las provocaciones antisemitas y racistas-, acusó a la UMP de presionar a sus electos para que no le den su respaldo y pidió al Consejo Constitucional que anule la obligatoriedad de presentar avales. El Consejo deberá hacer pública su decisión antes del día 22.
El objetivo de la europarlmentaria, conocida por su desconfianza hacia la integración europea, su islamofobia y sus posturas contrarias a la inmigración, pretende imponerse a Sarkozy en la primera ronda.
Sarkozy, por su parte, parece más que dispuesto a hacerse con el electorado del Frente Nacional.
En una entrevista con el semanario «Le Figaro Magazine», que ayer adelantó en su página web algunos extractos de su edición del fin de semana, el presidente reiteró su oposición a las bodas homosexuales y a la adopción de menores por estas parejas, porque «en estos tiempos revueltos en que nuestra sociedad necesita referentes, no creo que haya que embarullar la imagen de esa institución social esencial que es el matrimonio».