En mi cuadrilla hay varios expertos en illuminati y reptilianos. Santi y, sobre todo, Bikin se llevan la palma. Hace ya tiempo que nos cuentan que estamos dirigidos por esa especie no humana. El escepticismo con que yo les escuchaba ha empezado a decaer, y aquí ando devorando los enlaces que te llevan a esa información. Y es que... hay que ser muy reptil, víbora y todos los epítetos que se nos ocurran -aunque el favorito sea el de h.deputo- para que día a día nos sometan a la esclavitud, ahora a cara descubierta.

Que los gobiernos de este mundito son títeres -incluido el Obama- hace tiempo que lo sabemos, lo que no les impide dilapidar nuestro dinero con sus fastos y enriquecerse personalmente a nuestra costa, mientras recortan y recortan las prestaciones sociales -lo de la seguridad social, un escándalo; que a las personas receptoras de la «renta básica» se las trate como delincuentes indica eso de «piensa la o el ladrón que todos son de su condición», y bajar las ayudas a la Cooperación con países necesitados y, y, y...-, y esos recortes no los hizo el PP, sino el PSOE y en la CAPV el Gobierno de López. Y es que cuando se trata de pasta... tanto monta, monta tanto, neoliberalismo feroz como les obligan los illuminati.

La reforma laboral, es decir, el despido libre -que siempre ha sido así pero ahora además gratuito- no se merece una huelga general de un día, se merece que la hagamos a la griega. Dice Egibar que eso es fácil. ¿Qué pasa, Joseba, que tú no haces huelgas o a ti no te descuenta el día el PNV? Porque a quienes -todavía- tenemos trabajo nos suele salir muy cara la huelga. Las y los empresarios y sus secuaces frotándose las manos, ¡viva la «flexiseguridad» por la que tanto vienen peleando, pero no como en Dinamarca, ¿eh? Aquí sólo la primera parte de ese concepto, ¡flexi a tope!

Mención especial en este cúmulo de despropósitos contra la clase trabajadora y contra la más necesitada se merece «la integración de los empleados de hogar en el Régimen General de la Seguridad Social». Por cierto, herencia del PSOE. Ni hay una integración real, porque de desempleo, entre otras cosas, na de na, ni van a poder -ni posiblemente querer- perseguir a las y los empleadores que no coticen su tanto por ciento... y como las empleadas de hogar necesitan seguir subsistiendo, el fraude será mayúsculo. Antes, al menos, se les permitía cotizar directamente. ¿Era esto mejor? Pues sí y no, y me explico. El costo para ellas era de 164,80 euros, y aun así no tenían casi ningún derecho, por ejemplo, no cobrar nada hasta el día 28 de una baja por enfermedad, pero al menos ante una invalidez o la jubilación las que podían se autoaseguraban. Y ahora que la o el empleador tiene que pagar el 18,30% del salario y ellas el 3,70% de una base reguladora imaginaria, teóricamente les sale más barato, pero en la práctica... -y conozco demasiados casos de gente muy «progre» que les está diciendo: «no podemos pagarte la Seguridad Social, así que o sigues trabajando sin ella o... a la calle. ¡Viva la justicia social!