Al menos cuarenta presos murieron ayer en una reyerta entre grupos de prisioneros registrada en la prisión de Apodaca, en el norteño estado mexicano de Nuevo León, informó una fuente oficial.

«Son cuarenta los reos fallecidos», todos en el pabellón D, indicó el director del centro penitenciario de Apodaca, Gilberto Ceceña, al dar a conocer el nueve balance de víctimas, que inicialmente fue de 20 muertos. Señaló que no hay heridos y que continúan las investigaciones para determinar las causas de lo ocurrido. Además, apuntó que en las próximas horas se dará a conocer la identidad de los fallecidos. Fuera del penal de mediana seguridad había unos 400 familiares de los presos que exigían a gritos información sobre sus allegados.

El centro penitenciario de Apodaca está a unos 22 kilómetros de la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León, y la carretera se encontraba cerrada al paso de vehículos.

Las hipótesis sobre la reyerta apuntaban a un choque entre miembros de la organización de Los Zetas e integrantes del cartel del Golfo que habían sido trasladados recientemente, por el control del penal.

Los incidentes comenzaron a las dos de la madrugada, hora local, en dos pabellones de la prisión y después se extendieron al resto del centro penitenciario. Durante la pelea se escucharon detonaciones de armas de fuego, pero las autoridades desconocen por el momento si éstas pertenecían a los guardias de la cárcel o a los internos.

Las fuerzas federales y estatales tomaron horas más tarde el control de la cárcel y el Gobierno de Nuevo León instaló una mesa para atender a los familiares de los reclusos.