A escasas horas de la decisión final sobre el segundo rescate de 130.000 euros para Grecia con el fin de evitar su quiebra, las críticas al país heleno han vuelto a ver la luz. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, uno de los socios europeos más críticos con Grecia, acusó ayer a Atenas de no dejarse ayudar a nivel técnico para salir de la crisis.

«Se ayuda a quien se deja ayudar», declaró Schäuble, que consideró que el Gobierno heleno ha desdeñado repetidamente la ayuda técnica que le ofrece su Ministerio para acometer las reformas estructurales a las que está obligado por los rescates.

Según indicó el titular de Finanzas, Alemania está preparada desde hace algún tiempo para «ayudar a los griegos a montar una agencia tributaria eficiente con funcionarios del Ministerio alemán de Finanzas», a lo que añadió que desde Grecia, «no se ha aprovechado la oferta».

Schäuble explicó que su Ministerio considera que «el crecimiento de Grecia, junto a los esfuerzos de consolidación, son fundamentales y por eso ha mostrado su interés para reforzar la competitividad del país».

Por todo ello, calificó el comportamiento de Grecia de «inaceptable» y abogó por que entre las condiciones del segundo rescate, que pasa hoy su último examen, se especifique la necesidad de mejorar la cooperación técnica. Por su parte, el presidente heleno, Karolos Papoulias, ha negado reiteradamente estas acusaciones y ha acusado a Schäuble de insultar a Grecia.

¿Nuevas condiciones?

Sobre la decisión que ha de tomar hoy el Eurogrupo, en una reunión en la que también estará el primer ministro griego, Lukás Papadimos, Schäuble desmintió que la eurozona esté imponiendo nuevas condiciones, pero apuntó que es necesario que Atenas ofrezca «las suficientes garantías de que lidiará con lo acordado, independientemente de lo que arrojen las elecciones generales».

Y es que el resultado de los comicios es una de las claves que más preocupa a los socios europeos, ya que temen que el nuevo Gobierno no cumpla las condiciones impuestas por la «troika». Sin embargo, se ha deshecho la idea de retrasar el rescate hasta después de las elecciones, puesto que de ser así, habría que conceder a Grecia un crédito puente para cubrir el vencimiento de la deuda por valor de 14.500 millones el 20 de marzo.

La ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter, también confió en que el rescate sea definitivamente desbloqueado, aunque advirtió que habrá «intensas negociaciones» sobre los mecanismos de control de esa ayuda. Asimismo, admitió que se está discutiendo si se crean nuevos mecanismos de control a las condiciones a cumplir por parte de Grecia, con lo que no queda claro en qué condiciones se desbloqueará finalmente el rescate.