Entrevista | MARTIN GARITANO, Diputado General de Gipuzkoa
«Invertir en cemento a modo de motor de la economía no da resultados»
Las finanzas de las instituciones vascas, como la Diputación de Gipuzkoa, atraviesan una delicada situación. Martín Garitano asegura afrontar el año «con cierto optimismo» y desgrana los pasos que el Ejecutivo de Bildu está dando para alcanzar los principales objetivos de la legislatura: el bienestar social de la ciudadanía y la promoción del empleo. Se muestra contundente en el rechazo a ciertas actuaciones del anterior equipo de Gobierno y aboga por una transparencia total de las cuentas públicas.
Joseba SALBADOR | DONOSTIA
Con unos Presupuestos y una reforma tributaria ya aprobados por las Juntas Generales, Martín Garitano afronta su primer año completo al frente del Ejecutivo foral guipuzcoano.
Los últimos informes constatan la progresiva reducción de la recaudación de las haciendas forales. Con estos datos en la mano, ¿cómo se presenta el año? ¿Esperan materializar todos los proyectos presupuestados?
Nosotros hemos hecho un presupuesto ajustado a un año que se presenta complicado. Percibimos que el ajuste aún no ha terminado en el sector de la Construcción en Gipuzkoa, aunque en otros sectores la evolución está siendo mejor, especialmente en lo que se refiere a las exportaciones. Esto nos lleva a afrontar el año con cautela, pero también con cierto optimismo. No hay que olvidar que el pasado mes de diciembre aprobamos una reforma fiscal que dará algunos frutos este año y algunos más el siguiente. Por eso pensamos que podremos cumplir con todos los objetivos planteados, aunque vamos a hacer un seguimiento exhaustivo para comprobar día a día la evolución de la recaudación por si hubiera necesidad de hacer ajustes sobre la marcha.
En diciembre lograron un difícil equilibrio con el resto de fuerzas para sacar adelante los presupuestos y la reforma fiscal. Este año, ¿espera seguir manteniendo ese equilibrio?
Este año pensamos avanzar en la reforma fiscal. Ya hemos anunciado que vamos a abordar el Impuesto de Sociedades o el de Grandes Fortunas, que sustituya al actual Impuesto sobre Patrimonio, y también creemos que hay que profundizar en los tramos altos del IRPF, de tal forma que podamos avanzar en la línea de lo aprobado en diciembre. Y esperamos mantener esa línea de colaboración y de acuerdo con el resto de fuerzas.
En un momento en que todas las instituciones están recortando el capítulo de gastos, ¿qué apartados son para usted los que no se pueden tocar? ¿Cuáles son las prioridades de la Diputación de Gipuzkoa?
Nuestro presupuesto para 2012 es un 13% menor que el del año pasado. Pero dicho esto, tenemos que recordar que hemos aumentado un 7% las partidas destinadas a política social. La filosofía que guía a este presupuesto es la de adecuar el nivel de gasto al nivel de ingresos y, al mismo tiempo, aumentar los ingresos con una propuesta de reforma fiscal en la línea que comentaba anteriormente.
Pero, ¿puede detallarme un poco más cuáles van a ser los proyectos que piensan desarrollar en un año que todos coinciden en que será complicado?
La política de grandes infraestructuras, como la del puerto exterior de Pasaia, a modo de motor de la economía, no da resultados, ni en tiempo de crisis ni en tiempos de bonanza económica. La proliferación de nuevas infraestructuras, invertir en cemento, nos ha llevado a una situación muy delicada, como se ha visto en el caso de Bidegi, que precisa ahora de financiación para hacer frente a 900 millones. Nosotros creemos que la promoción de la economía del territorio debe hacerse de otra forma, mediante la puesta en marcha de dinámicas como Gipuzkoa Saretzen. Por tanto, no tenemos en cartera ningún 'proyecto estrella'. En todo caso, nuestro 'proyecto estrella' en esta legislatura va a ser el bienestar social de la ciudadanía y la promoción de empleo en nuestras comarcas, trabajando día a día con todos los agentes.
¿Qué valoración hace del acuerdo alcanzado con los ayuntamientos guipuzcoanos para la devolución del Fondo de Financiación Municipal?
Estamos muy satisfechos porque creemos que los ayuntamientos han mantenido una posición muy prudente y muy adecuada a este momento. En esa medida, el acuerdo que alcanzamos es muy positivo, porque supone no retrasar el problema para ejercicios futuros y afrontar la devolución este año. Nosotros, como Diputación, tendremos que hacer frente a unos gastos financieros, pero pensamos que ese coste está más que justificado si lleva aparejado un esfuerzo colectivo como el que están realizando los ayuntamientos de Gipuzkoa.
¿Y qué opinión le merece la postura de PSE y PNV de criticar el acuerdo a pesar de que ambas partes se muestran satisfechas?
Su posición nos parece poco responsable, porque han tratado de crear alarmas innecesarias y justificar al mismo tiempo algunas decisiones de aplazamiento de esa devolución, que han provocado que a día de hoy los municipios tengan que hacer frente a los problemas actuales y a los heredados.
¿Cuáles serían las medidas más factibles para solucionar definitivamente el problema de la financiación municipal?
Aquí, tal vez lo que habría que plantear es la urgente reforma de la Ley de Aportaciones, porque no refleja el peso real de Gipuzkoa. Cada guipuzcoano recibe 150 euros menos que un vizcaino o un alavés, y eso resulta nefasto. En total son 100 millones de euros, con los que se podrían hacer muchas cosas y contribuir a sanear las arcas municipales. Nos han acusado de 'ahogar' a los ayuntamientos, pero si tenemos en cuenta que, según la Ley de Aportaciones, el 70% de la recaudación es para el Gobierno de Lakua, se podría plantear, por ejemplo, que un 0,5% de esa parte se destinara a los ayuntamientos, con lo que entonces, las cosas cambiarían mucho. Y, por otro lado, también sería necesario analizar la distribución de competencias entre las diversas administraciones, y ver la financiación que les corresponde, porque los ayuntamientos, por ejemplo, están desarrollando competencias que no les son propias, y las tienen que financiar.
Otra de las cuestiones que ha dado mucho que hablar ha sido la de los desfases en diversos proyectos viarios, que han sido ratificados por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas. ¿Qué lectura hace de ello?
Cuando nos hicimos cargo del gobierno, comprobamos que había desviaciones importantes en la liquidación final de las obras respecto a lo licitado, en porcentajes que en algunos casos resultaban escandalosos. Cuando lo hicimos público, se nos criticó duramente, pero el Tribunal Vasco de Cuentas, un órgano que no depende de esta Diputación, ha puesto negro sobre blanco lo que nosotros habíamos dicho. Desde ese punto de vista, tenemos que insistir que la gestión no ha sido buena, aunque no vamos a entrar en juicios de valor. Los datos están sobre la mesa y difícilmente se van a poder rebatir.
Usted ha mencionado el proyecto Gipuzkoa Saretzen para impulsar la promoción económica. ¿Cómo va a funcionar?
Gipuzkoa Saretzen es una dinámica que queremos trasladar a las comarcas de Gipuzkoa para reunir a todos los agentes económicos -sindicatos, empresarios, comerciantes, baserritarras...- con el fin de hacer una radiografía de cada comarca para detectar las debilidades y las fortalezas de la misma, y proponer lineas de actuación conjuntas. Se trata de intentar que los guipuzcoanos trabajemos en nuestro propio pueblo, y pasar en ocasiones de lo macro a lo micro, para que el desarrollo del empleo de cada comarca dé como resultado un cuadro mucho más equilibrado del territorio. Y es vocación de la Diputación destinar fondos para apoyar las iniciativas que Gipuzkoa Saretzen vaya proponiendo.
En cuanto a la controvertida formación del Consejo de Administración de Kutxabank, usted anunció la presentación de un recurso. ¿Cuál es, en estos momentos, la situación?
En Kutxabank lo que ha sucedido es que, por marginar a una formación política, se ha constituido un consejo que no es legítimo, apoyándose en la representación falseada de la Diputación, con miembros del equipo anterior que hoy no representan a los guipuzcoanos. En vista de esa situación, absolutamente injusta, hemos decidido presentar un recurso en el que ya están trabajando nuestros equipos jurídicos.
Hay quien piensa que la Diputación debería pedir la dimisión del presidente de Kutxabank, por hacer dejación de sus responsabilidades.
Efectivamente, creemos que el PNV ha aceptado que Gipuzkoa quede damnificada en su representación en el Consejo, y todo porque ha optado por marginar a Bildu. El camino a seguir, aparte de la denuncia política, es la vía judicial, y actuaremos en función de ella.
¿Qué opina sobre las voces que, en aras a evitar duplicidades, reclaman un adelgazamiento e incluso desaparición de las instituciones forales, pese a ser las genuinas de los territorios vascos? ¿No cree que este momento de crisis, que ha traído consigo una recentralización de las decisiones, puede ser el idóneo para desarrollar las potencialidades de nuestra foralidad?
Es evidente que durante los últimos treinta años se ha construido un sistema administrativo complejo y caro, y que tal vez necesite ser revisado en su totalidad. En cualquier caso, lo que está absolutamente agotado es el marco del Estatuto de Gernika. A partir de ahí, si abrimos ese debate, estamos dispuestos a hablar sobre todo lo referido a la estructura institucional y a los costes que tiene. Pero no es el momento de poner el foco en las instituciones forales, sino en el Estatuto, que es el marco que todos reconocen que está agotado. Además, siempre hemos defendido que las instituciones más próximas a la ciudadanía son las que mejor contribuyen a resolver sus problemas, porque son las que mejor los conocen. Esa es precisamente la razón de nuestra presencia en la Diputación y los ayuntamientos.