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Nuevos pasos para superar el bloqueo y nuevas herramientas para construir el futuro

Cuando Xabier Mikel Errekondo explicó hace unos días que los dos ciudadanos vascos que se encontraban incomunicados a manos de la Guardia Civil podían estar sufriendo torturas, un abucheo le replicó desde algunos escaños del Congreso, los más cercanos a la bancada del Gobierno. El diputado de Amaiur les estaba informando de que en ese mismo instante dos personas podían estar siendo objeto de malos tratos, y representantes de la «soberanía popular» intentaron acallar su denuncia. Este es el retrato de lo que es hoy, igual que era antes, el Estado español.

El jueves las sospechas de Errekondo, compartidas por el conjunto de la sociedad vasca, fueron confirmadas. Iñaki Igerategi e Inaxio Otaño hicieron el mismo relato que durante décadas han realizado miles de ciudadanos y ciudadanas de este país, personas que han sufrido en sus carnes el verdadero rostro de un estado que se muestra tal como es en la oscuridad de los cuartelillos. Sintiéndose cómodos en el anterior escenario de confrontación y bloqueo, los mandatarios españoles intentan entorpecer el cambio que promueve la mayoría social y política de Euskal Herria, y por eso mantienen las detenciones y los encarcelamientos, y por eso volvemos a asistir a denuncias de tortura. Cuentan, además, con la complicidad del Ejecutivo de Nicolas Sarkozy, cuya policía detuvo el viernes en Angelu al donostiarra Oier Oa. Una vez más, el viejo tiempo que se resiste a morir, o que algunos pretenden mantener vivo, sacude a un pueblo que desearía verlo enterrado para siempre.

El Gobierno español, en cualquier caso, sabe que no va a poder impedir que la política vasca entre de lleno en un nuevo estadio. Tras el anunció de ETA, el cambio de ciclo es también irreversible para Madrid. Por ello, a lo que aspira es a evitar que el ritmo y la dirección del proceso quede en manos de aquellos que han hecho posible esta oportunidad histórica, y para intentar conseguirlo cuenta desde el martes con una «hoja de ruta». Un acuerdo cerrado entre PP y PSOE al que además de otras formaciones menores también se ha sumado el PNV, a pesar de que su contenido no se aparta un ápice de lo que en esta materia han venido defendiendo los partidos de Rajoy y Rubalcaba. Los jeltzales arguyen que han apartado al PP de la senda de las ilegalizaciones, pero lo cierto es que han avalado un texto hecho a la medida del Estado y que no tiene nada que ver con lo acordado, por ejemplo, en otoño en el Palacio de Aiete.

Movimientos en Gasteiz, avance en Donostia

El documento de Madrid fue esgrimido el viernes por Patxi López en el Parlamento, donde, tal como había adelantado hace una semana en estas páginas, anunció nuevas iniciativas para avanzar hacia un escenario de paz y soluciones definitivas, aunque no detalló en qué se va a concretar el anuncio y dónde pretende llevarlo a cabo. Si lo constriñe al ámbito parlamentario, donde una parte muy significativa de la sociedad vasca no está representada, y se limita a calcar lo acordado en Madrid el lehendakari perderá su enésima y probablemente última oportunidad de jugar un papel relevante en un proceso que está cambiando el rumbo de este país.

Precisamente, sin contar con representación en el Parlamento de Gasteiz, la izquierda abertzale ha sido el principal motor del cambio habido en los últimos años. Como actor principal, sabe de la importancia que tiene que el proceso no pare, que siga avanzando y adquiera una inercia que haga imposible cualquier intento de bloqueo. Por ello hoy va a dar un nuevo paso, de calado, en un acto público que se va a celebrar en el Kursaal.

«Naiz»: un nuevo proyecto comunicativo

Será un nuevo paso en el camino de la solución que llega el mismo fin de semana y en el mismo escenario en el que un nuevo proyecto comunicativo es presentado públicamente. Se trata de «Naiz», un medio impulsado por EKHE, empresa promotora de GARA, que pretende responder a los retos que plantea a esta profesión el profundo cambio que ha supuesto la arrolladora irrupción de las nuevas tecnologías y, especialmente, internet. En la última década se ha producido un cambio tecnológico que ha puesto a los profesionales y a los propios medios en un contexto de constante cambio e incertidumbre pero, asimismo, lleno de oportunidades. El mundo del periodismo en general, y la prensa escrita en particular, se encuentran en este momento en un punto de inflexión, en el que a la crisis propia del sector se le ha sumado la crisis económica global, que amenaza con arrastrar en su camino a muchos proyectos. En este sentido, la presentación de «Naiz» ha coincidido con el último número del diario «Público», una muy triste noticia que ha dejado huérfanos a miles de lectores y escora más a la derecha los quioscos del Estado español.

Vivimos momentos difíciles pero también ilusionantes, tiempos en los que el buen periodismo es más necesario que nunca. «Naiz» llega en el momento oportuno, y lo hace para responder a los desafíos del presente y, sobre todo, para construir un futuro diferente, mejor.

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