De vuelta a casa
Sin fiarse ante el Valladolid
El conjunto pucelano es el colista de la ACB, sus jugadores llevan dos meses sin cobrar y el club amenaza con su desaparición si desciende. El cuadro baskonista aspira a encontrar al fin la «regularidad».
Arnaitz GORRITI
El rival de este mediodía del Caja Laboral Baskonia vive una situación muy poco deseable. Es el colista de la Liga ACB Endesa -suma solo cuatro victorias-, sus acuciantes problemas económicos tienen a sus jugadores en ascuas, ya que no han cobrado en los dos últimos meses, y, para más inri, el club amenaza con disolverse en caso de caer a la LEB Oro. Y por si todo esto fuera poco, su base titular, Stephane Dumas, está lesionado.
Es un torrente de malas noticias lo que llega de tierras pucelanas, aunque ello no hace que el conjunto baskonista se fíe. Cabe recordar que, con un planter bastante parecido, los vallisoletanos fueron capaces de colarse como cabeza de serie en la Copa de 2011 y que estuvieron cerca de ocupar la octava posición al final de la Liga regular.
Por ese motivo, Dusko Ivanovic declaraba que «la ACB es muy competitiva, todo el mundo quiere ganar y sabe cómo hacerlo. Debemos estar muy concentrados, la experiencia de Manresa está reciente».
A este respecto, un exjugador de la cantera pucelana, Fernando San Emeterio, guardaba una opinión similar a la de su técnico, a la par que se mostraba «apenado» por la situación del club que lo vio crecer como jugador y lo hizo debutar en la ACB. «Es una pena, en Valladolid gusta mucho el baloncesto, hay mucha afición», dijo el alero santanderino.
Con todo, San Emeterio se mostró confiado en el saber hacer del nuevo inquilino del banquillo del Valladolid, Roberto González, que ya entrenó al jugador baskonista en su época junior. «Confío en que Roberto va a ser un paso adelante para ellos. Es un entrenador que sabe lo que quiere y sabe transmitirlo a sus jugadores», declaró.
En busca de la regularidad
En un Fernando Buesa Arena que, en su segundo partido tras la reapertura, volverá a llenarse por completo, el Caja Laboral Baskonia aspira no solo a sumar una victoria que, salvo descuido morrocotudo, difícilmente se debe escapar, sino a lograr una línea de juego regular -de 40 minutos-, sin esos altibajos qe tan caro le está costando en la presente temporada.
«Tenemos que seguir creciendo, progresando poco a poco», subrayaba Dusko Ivanovic. En opinión del preparador de Bijelo Polje, «hasta ahora vamos ascendiendo muy lentamente pero nos está faltando un poquito para ser lo que queremos ser. Necesitamos 40 minutos de concentración extrema».
Como portavoces de la plantilla, San Emeterio y Pau Ribas hablaban en términos muy parecidos. «Tenemos que ser capaces de jugar 40 minutos de máxima intensidad. Si algo hemos sacado en claro de la Copa es que podemos ganar a cualquiera, si no nos despistamos como el último cuarto frente al Barça», declaraba el escolta badalonés.
Por su parte, el alero cántabro fijaba su mirada en el extremo del horizonte. «Tenemos puestos nuestros objetivos en la Liga ACB Endesa, que es el único y último título que nos queda. Vamos a ir a por ello», sentenciaba el jugador santanderino.
El ex jugador del Caja Laboral Baskonia, el estadounidense Matt Walsh, se comprometía ayer con el equipo ucraniano del Azovmash Mariupol, donde terminará la temporada.
Era el propio Walsh quien confirmaba en su cuenta personal de twitter el fichaje por su nuevo equipo en Ucrania, a donde se desplazará hoy mismo tras haber rubricado el contrato que le vincula al Azovmash hasta la finalización de la presenta campaña.
Con su fichaje por el equipo ucraniano, el alero de Holland, Pennsylvania, llega a su tercer equipo de la temporada tras haber jugado además de en Gasteiz en el UCAM Murcia de la Liga ACB Endesa.
Desde que recalara en las filas baskonistas después de una lesión de muñeca de Pau Ribas, Walsh tuvo una participación meramente testimonial. Solamente disponía de minutos en cuatro partidos de Liga, con un promedio de siete minutos, dos puntos anotados y una valoración de menos dos. En la pasada Copa, el alero jugó cinco minutos en el partido de semifinales y anotó una canasta.
GARA