Música y reivindicación se unieron ayer en la localidad de Durango en el primer Kalerarock. Los alrededores de Landako acogieron este festival que, tomando como referencia al navarro Hatortxurock, quiere convertirse en un punto de encuentro para unir fuerzas y promover un movimiento participativo para exigir la vuelta a casa de los presos y los represaliados políticos. En ese sentido, el festival aprovechó para presentar la plataforma Herrira Bizkaia.

Después de una gran comida popular animada, entre otras actuaciones, por los ritmos de la Elektrotxaranga, un abarrotado Landakogunea fue el escenario de siete grupos que agitaron a los asistentes.

Abrieron la tanda de actuaciones los navarros Bizardunak, con su característico «folk radikal vasco». Después fue el turno para los madrileños Habeas Corpus y sus ácidas letras. Los alaveses de Betagarri volvieron a hacer bailar al entregado público y los veteranos de Vómito hicieron sonar sus guitarras con sus ya míticos himnos.

Al cierre de este diario, quedaban todavía por llegar Ze esatek! y su ron cubano, los inconformistas de Des-Kontrol y los catalanes Obrint Pas.

A partir de las tres de la madrugada, la fiesta continuó en Plateruena Kafe Antzokia con la romería de Trikizio.