Maite SOROA | msoroa@gara.net
Valoraciones que valen para la próxima
El documento que el pasado domingo presento la izquierda abertzale en el que reconoció que en el pasado no ha mostrado la misma sensibilidad hacia unas víctimas que hacia otras mereció portadas y editoriales de la caverna. Comentarios cuya valoración perfectamente podía estar escrita de antemano.
«El Mundo» titulaba «Los abertzales `lamentan' no haber apoyado a las víctimas de ETA como a las `de los Estados'». Observen que, mientras las víctimas de ETA no necesitan comillas, las de los estados sí. En cualquier caso, a los de Pedro J. no les engañan fácilmente: «Por ahora en su discurso no existen las palabras perdón ni disolución; tan sólo aproximaciones». Y claro, tiene que decir lo que «El Mundo» quiera. Lo cierto es que si el discurso de la izquierda abertzale coincidiera con el de ese diario, sería parte del sector más ultra del PP.
El mismo periódico afirmaba en un punto editorial que la izquierda abertzale mostró el domingo «su lamento más cínico presentando un documento en el que lamenta que su `política con respecto' al terrorismo de ETA `haya podido suponer un sentimiento de humillación para las víctimas'. Y añade: `Nos ha faltado hacia unas víctimas la sensibilidad mostrada con otras'». O sea que algo nuevo sí había, lo que ocurre es que es cínico. Sin embargo, mucho más cínico resulta que quien pide arrepentimiento y solicitudes de perdón a unos no solo no pida lo mismo a todas y todos y para todas las víctimas, sino que ni siquiera reconozca que existen otras víctimas que las de ETA.
En «Abc», además del editorial, podíamos leer la opinión de Ignacio Camacho, que con cargante ironía se refería a la declaración de la izquierda abertzale: «Equiparación de la violencia e ETA con la de sus víctimas, invitación a seguir `construyendo la paz' -es decir, a continuar ocupando espacios de poder institucional- y la acadabrante solicitud de crear una comisión de la verdad para determinar las responsabilidades que en el Estado de Derecho corresponde atribuir a los tribunales de justicia». Claro, los que atribuyen responsabilidades a una parte y garantizan la impunidad de la otra. En cuanto a «continuar ocupando espacios de poder institucional», Camacho es partidario de usurpárselos.