EEUU volvía a erigirse en el apoyo de las bolsas europeas gracias a los datos de confianza del consumidor y de actividad manufacturera. Y es que, de lo contrario, la agonía de las últimas sesiones en Europa hubiera arrastrado hacia abajo los índices. Se mantiene en pie el miedo a un final inesperado en la crisis griega, pese a la aprobación del segundo rescate y el respaldo del Parlamento griego, dado que desde Alemania se sigue dudando de su viabilidad. Ayer, además, el Tribunal Constitucional alemán denegó la creación de una comisión reducida y ágil para la toma de decisiones urgentes relacionadas con la defensa del euro. También sembraba preocupación que el BCE rechace los bonos griegos como garantía en las operaciones de préstamo y que Irlanda someta a referéndum el pacto fiscal europeo. En el Estado español, el anuncio del elevado déficit público añadió nerviosismo por las nuevas exigencias que pueda plantear Bruselas antes de dar luz verde a los presupuestos de este ejercicio. Pese a este mar de dificultades, el Ibex apenas cedió un 0,12%, hasta los 8.526,70 puntos. Los índices de París (+0,36%), Fráncfort (+0,56%) y Londres (+0,21%) salieron mejor parados de esta convulsión negativa en Europa. Todos los pesos pesados del Ibex cayeron, aunque ninguno más del 0,82% de Repsol. Los dos mejores fueron Abengoa (+7,26%) y Dia (+6,26%), mientras que Bankinter y Gamesa, que bajaron más de un 4%, sufrieron las mayores caídas. En París, ST Microelectronics (+6,88%) encabezó los avances, frente a France Télécom (-1,11%), que fue el peor de la sesión.