La Asociación Americana de Juristas (AAJ), organización internacional con estatus consultivo ante las Naciones Unidas, ha presentado una declaración escrita de cara al decimonoveno periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, que comenzó ayer en Ginebra, en la que se recoge el caso de los presos políticos vascos entre los que requieren atención de esta institución.

En la declaración, la AAJ recomienda «resolver las situaciones de aislamiento, dispersión en centros de detención distantes o los casos de grave enfermedad, por la que atraviesan 665 presos políticos vascos».

En este sentido, recuerda que el mantenimiento de los presos en cárceles distantes -cita que los prisioneros vascos están a una media de 670 kilómetros de sus casas, pero destaca que 23 de ellos están en Cádiz, a 1.132 kilómetros- es contraria al Pacto de Derechos Civiles y Políticos que «consagra la readaptación social como fin esencial de la detención», debido al alejamiento de sus familias y entorno social.

«Además, esta situación es susceptible de constituir un tratamiento inhumano y degradante y un atentado al derecho a una vida familiar, tanto para las personas detenidas como para sus familiares», destaca la exposición de la AAJ, que añade además que «los costos promedios para las visitas familiares son de más de 1.500 euros por mes, sin contar las pérdidas de días de trabajo».

Junto a ello, la AAJ considera también que «la dispersión afecta también a sus derechos de defensa, pues los abogados se ven obligados a realizar viajes muy largos y costosos para comunicarse adecuadamente con sus representados».

Ante esta situación, la AAJ invita explícitamente a los estados concernidos, «en particular a España y Francia», a asumir la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y a tomar las medidas humanitarias que pongan en libertad a las personas gravemente enfermas.

En este sentido, cita explícitamente los casos de Iñaki Erro y Txus Martín. Recuerdan que Erro fue hospitalizado el 20 de enero a causa de una cardiopatía isquémica severa y operado de urgencia y que ha cumplido 25 años de prisión pese a que desde 2011 debería estar en libertad condicional; y que Martín, preso desde hace diez años sin condena, padece de un trastorno esquizo-afectivo con componente delirante y que en 2010 intentó suicidarse.

La AAJ incluye la denuncia de la situación de los presos políticos vascos junto al caso de los cinco cubanos presos en EEUU, y el preso político puertorriqueño Oscar López Rivera, que lleva 30 años en cárceles estadounidenses.

Solidaridad en Bilbo

Por otra parte, ayer un centenar de personas se dieron cita en la plaza del Teatro Arriaga de Bilbo para exigir la repatricación de los presos políticos.