Clinton cree que declarar criminal de guerra a Al Assad complicaría la solución del conflicto
GARA | DAMASCO
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, afirmó ayer que el presidente de Siria, Bashar Al Asad, «encaja en la categoría de `criminal de guerra', basándonos en las definiciones de criminal de guerra y de los crímenes contra la humanidad». Sin embargo, la jefa de la diplomacia estadounidense añadió que«por mi larga experiencia, (declararlo como tal) puede complicar la resolución de una situación difícil y compleja, porque limita las opciones para persuadir a los líderes de que abandonen el poder».
Por otro lado, la Casa Blanca afirmó que sus reticiencias para suministrar armas abiertamente a la insurgencia tienen que ver con la presencia de Al Qaeda en el conflicto.
En Ginebra, la delegación siria abandonó los debates en el Consejo de Derechos Humanos y se prorrogaron hasta mañana el final de los debates sobre un proyecto de resolución que pida un acceso «sin obstáculos» a las agencias humanitarias de la ONU. Por su parte, Al Assad ratificó la Constitución aprobada en referéndum el pasado domingo, que abre la participación política a los partidos. y elimina la supremacía del partido Baaz.
Mientras, en la ONU se prepara un nuevo texto en el Consejo de Seguridad que pida el cese de la violencia en Siria, según el Ministerio francés de Asuntos Exteriores.
Cien muertos al día
El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, elevó ayer ampliamente el cálculo aproximado de víctimas mortales por la represión y dijo que podría estar «muy por encima de 7.500, excede los 100 civiles al día, entre ellos muchas mujeres y niños», aunque no dio datos de los muertos por la acción armada de los insurgentes.
Ayer murieron al menos un centenar de personas, según la oposición. La mayor parte de las víctimas se produjeron en Homs, ciudad que sigue asediada y bombardeada.
Las negociaciones para evacuar a más heridos de la ciudad fracasaron de nuevo y debido a la falta de seguridad el equipo de la Cruz Roja abandonó Homs, donde continúan atrapados tres periodistas occidentales, entre los que se encuentra la periodista francesa Edith Bouvier. Ayer se sucedieron las noticias contradictorias de que Bouvier había entrado en Líbano junto al también herido Paul Conroy, algo que confirmó y después desmintió el presidente francés, Nicolas Sarkozy.