IBILIZ IBILI | ANTXON ITURRIZA
Atxuria por la ruta de las palomeras recorriendo los collados de los pasos tradicionales
Los pasos mugalaris entre Etxalar y Sara han sido desde hace muchos siglos escenario de la caza de la paloma por medio de redes. Es una tradición que se practicó en diversos collados de la montaña navarra, y que sigue vigente todavía en Etxalar a pesar de la disminución de las capturas.
El recorrido que proponemos hoy recorre esos pasos que cruzan las bandadas de palomas en su migración otoñal hacia tierras africanas más cálidas, completando la excursión con el ascenso a la esbelta cumbre de Atxuria.
A la salida de Sara en la ruta hacia Ainhoa tomaremos en una rotonda la D-306, en dirección al col de Lizarrieta. Recorreremos esa carretera durante 5 kilómetros hasta alcanzar una zona habilitada con mesas como área de pic-nic (Alt. 145 metros). Allí aparcaremos el vehículo para iniciar la excursión.
Retrocediendo unos metros por la carretera se encuentra un pequeño puente que nos sirve para salvar el cauce de Hiruetako erreka. Ya al otro lado, una pista amplia faldea entre pastizales.
Después de un rato caminando (20 minutos), dejamos la pista principal para tomar a la derecha un ramal descendente que nos adentra en el hayedo. Nuestra siguiente referencia será una torre de piedra de las utilizadas por los avistadores de los bandos de palomas (40 minutos). Escoramos hacia la derecha manteniendo en todo momento en el bosque el balizaje de marcas amarillas. Siguiendo sendas ascendentes alcanzamos un raso, junto al que se encuentra una cuidada cabaña de cazadores (55 minutos).
Tras esta edificación, la continuación de la ruta nos la marcará un pequeño mojón clavado en medio del herbal, desde el que arranca una senda que avanza ahora por terreno despejado en dirección SSE. Pronto volvemos de nuevo a sumergirnos en el bosque. El camino corta la ladera hasta alcanzar la cabecera de Tonbako erreka. El suelo y las raíces cubiertas de una gruesa capa de musgo dan al entorno una belleza especial (1,05 h).
Cruzamos el arroyo y ahora, con rumbo oeste, avanzamos por un sendero que deja por sobre él los restos de una antigua torre palomera. Llegamos así a un amplio collado emplazado bajo las suaves laderas de Saiberri. Ésta es una cumbre modesta a la que accedemos sin ninguna dificultad (505 m) (1,30 h) para disfrutar del admirable paisaje que domina sobre las tierras de Lapurdi.
De nuevo en el collado, vamos a abordar un sendero descendente en dirección NE que nos hace perder altura hasta llegar al lecho de Urioko erreka (404 m). Cruzado el caudal, al frente se presenta una fuerte pendiente que nos sitúa en el collado de Akoka, en el que encontramos una borda (en verano es una pequeña cantina) y en la proximidad una antigua cruz de piedra (450 m) (1,50 h).
Estamos ya bajo los farallones de Atxuria, que iremos bordeando siguiendo senderos bien marcados. La muralla va creciendo y nosotros deberemos continuar el flanqueo pacientemente sin abordarla hasta que veamos de forma patente que cede en su alzada y nos muestra un acceso fácil por un sendero que alcanza el collado de Ibañeta. Desde él solo nos quedará remontar en rumbo oeste la ladera ascendente hasta dominar la cumbre de Atxuria (756 m, 2,50 h), que ofrece un impactante panorama.
Descendemos hasta la base de la montaña y observamos bajo nosotros un marcado collado en el que confluyen varios caminos. Es el col de Irumuga o Trois Bornes, hacia el que nos dirigimos. De este collado (521 m, 3,25 h) arranca un sendero en dirección norte y se aproxima hacia una borda que observamos a poca distancia. Poco antes de llegar a ella, una pista amplia nos conduce hasta una erreka para luego remontar hasta confluir con una amplia pista. En este punto enlazaremos con el balizaje del PR-15 y más adelante con el de la GR-11 que siguen la línea de mugarris.
Sin pérdida posible, y admirando al paso las grandes torres de avistamiento de las palomeras, alcanzamos el collado de Lizarrieta (441 m, 4,10 h), por el que cruza la carretera entre Etxalar y Sara.
Descendemos unos metros en dirección a Sara hasta una pronunciada curva. De ella se desprende un sendero balizado de la «Vuelta a Ibantelli» (poste indicador), que en un precioso trazado nos permitirá ir flanqueando las laderas de Ibantelli. Solamente al llegar a las ruinas de una borda (4,35 h), deberemos ascender unos metros para retomar ya sin problemas el camino de descenso.