Lagun Aro GBC pasó como un huracán ante un Estudiantes que, por mucho que introdujera los cambios de Dean y Kirksay, con la consiguiente descoordinación, pinta realmente mal.

Con la sabia dirección de Salgado -13 puntos y 12 asistencias-, el acierto en el tiro de Panko -logró una carta de tiro de 12 de 19, con cinco triples en el lote, para sumar 30 puntos- y un Sergi Vidal supersónico -24 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 3 robos...-, más la aportación de un inspirado Papamakarios, los de Sito Alonso desarbolaron a su rival, logrando, amén de su máxima anotación en la ACB -hasta ahora había llegado a un tope de 102, en Alicante, en la campaña 2009/10-, llegar por primera vez a los 100 puntos en Illunbe. El partido de los donostiarras, que lograban igualar su registro de victorias de los dos años anteriores, 12, pasará a los anales de su historia.

Arrasando desde el inicio

Estudiantes ocupa la penúltima posición de la tabla clasificatoria, pero Sito Alonso había advertido que ello no debiera acarrear ninguna confianza extra. Así las cosas, los donostiarras saltaron a la cancha dispuestos a definir la suerte del encuentro desde un primer momento.

¡Y vaya si lo hicieron! Sergi Vidal anotaba los primeros 8 puntos de su equipo, liderando un parcial de 8-2. Y cuando el badalonés se paró, ahí emergía la figura de Panko. Una vez superados sus problemas de gripe, el de Harrisburg volvió a su mejor versión, estirando la renta donostiarra hasta un 21-9. Para entonces, el estadounidense sumaba 10 tantos, y el Donostia 2016 Arena, alucinaba.

Los intentos de parón de Pepu Hernández apenas surtían efecto, por mucho que Dean y Lofton lograban algunas canastas y Gabriel atrapaba todos los rebotes que podía. Los más de 7.000 espectadores que se congregaban en Illunbe vieron que el triunfo local era cosa hecha para cuando se terminaba el primer cuarto: 32-17.

El recuerdo del partido de la primera vuelta, empero, donde los guipuzcoanos desperdiciaron 21 puntos de ventaja, podía rondar por la cabeza de los jugadores donostiarras. En unos pocos minutos de titubeos, parecía que el Estudiantes estabilizaba la sangría, toda vez que Jaime Fernández ponía el 33-20.

Puro espejismo. Panko volvió a la cancha y lideró con varios triples -Gipuzkoa Basket firmó un 14 de 28 en los tiros lejanos, a pesar del 1 de 5 de Baron- un parcial de 12-1, superando a un rival que en vano ensayaban algunas defensas zonales 2-3 o zonas press. Al descanso, Gipuzkoa Basket ganaba 51-33, con la irrupción anotadora de Papamakarios, que además le hizo la vida imposible a Lofton.

Vidal, y la lesión de Raulzinho

Faltaba rematar la faena, y fue Sergi Vidal quien se encargó de ello. El jugador badalonés siempre estaba para rebotear, robar balones y correr. Por su parte, el ataque estático era cuesión de Javi Salgado, que dominó a los bases rivales.

La peor noticia fue la lesión de Raúl Neto, en un último cuarto donde el Estudiantes se arrimó 94-81 a base de cargar el rebote y varios errores locales. Salgado y Vidal se conjuraron para lograr el 103-81 final con un parcial de 9-0 que puso el Donostia 2016 Arena del revés.