El informe de la OIT está dirigido por Daniel Vaughan-Whitehead, quien reconoce que las desigualdades en materia de empleo, de género, de salario y de jornada han aumentado con la crisis económica. Las empresas se han aprovechado para rebajar conquistas sociales, según se desprende del informe.

Esta semana el Congreso español convalidará la reforma laboral más agresiva de los últimos 28 años. Mientras que en Euskal Herria y Galicia está convocada huelga general para el 29 de marzo, UGT y CCOO debaten si unirse a esa fecha y extender al conjunto del Estado español el rechazo a los recortes sociales, laborales y de negociación colectiva que introduce la reforma elaborada por el Gobierno español, liderado por el PP.

Un informe de la OIT llama la atención al Estado español porque «la dependencia excesiva durante cerca de 20 años en la contratación temporal ha tornado al país vulnerable, provocando una caída drástica del empleo como respuesta a la recesión económica».

A juicio de Vaughan-Whitehead, es necesario establecer un control continuado de las desigualdades en el trabajo. En ese informe titulado «Desigualdades en el trabajo durante la crisis. Testimonio de Europa» confirma que en el Estado francés, en el Estado español y en Suecia el incremento del desempleo se debió a los «despidos masivos» entre los contratados de forma temporal o precaria. «Los trabajadores temporales actuaron como amortiguadores del empleo durante la crisis» y añade que el 90% del empleo perdido en el Estado español se debe a los trabajadores temporales, sobre todo «los jóvenes, que se han visto muy afectados al doblar la tasa de paro media de cada país».

Con la crisis en Europa, los empresarios, según reconoce el informe de la OIT, han aprovechado para despedir a mujeres en sectores donde la mano de obra masculina es más intensa. «Las mujeres han sufrido también restricciones en el acceso a prestaciones sociales», precisa.

Recuerda este trabajo que se ha aprovechado la crisis «para reducir los salarios reales y nominales» de los trabajadores europeos y denuncia «la congelación del salario mínimo legal», lo que a juicio de la OIT, generará «mayor desigualdad».

Admite que la reducción de la jornada ha permitido a Alemania paliar el desempleo, ese es «el milagro alemán», a su juicio.