Una serie de explosiones causan la muerte de al menos 200 congoleños
Una serie de explosiones causadas al incendiarse un depósito de armas y munición en la capital de la República de Congo causaron la muerte a al menos 200 personas y dejaron centenares de heridos. Las casas de la zona quedaron arrasadas y muchos congoleños tuvieron que abandonar sus viviendas. Las explosiones también se notaron en Kinshasa, capital de la vecina República Democrática del Congo, causando daños en gran número de inmuebles.
GARA | BRAZZAVILLE
Una serie de explosiones causadas al incendiarse un depósito de armas y municiones de una base militar que el Gobierno planeaba destruir en la capital de la República del Congo, Brazzaville, causó ayer la muerte de al menos 200 personas.
«Según fuentes del Hospital Central estamos hablando de unos 200 muertos y muchos heridos» indicó el portavoz presidencial, Betu Bangana. «Hay aún gente (atrapada) en sus casa. Dicen que el barrio entero de Mpila ha quedado destruido» añadió.
Por su parte el jefe de Estado visitó el lugar del desastre y anunció una «investigación para averiguar qué es exactamente lo que sucedió» y dijo que reuniría al Gobierno «para discutir la situación. El Gobierno, en tales circunstancias debe estar unido y apoyar a las familias afectadas. Vamos a ayudar a todos, especialmente a los heridos».
El ministro de Interior, Raymond Mboulou, explicó que tomaron un paquete de medidas y que el presidente dio instrucciones, «pues requisamos famacias y estamos buscando vías y medios para albergar a los ciudadanos» que se han quedada sin casa, arrasadas desde la primera detonación.
Las cinco explosiones que se produjeron a primera hora de la mañana en el barrio Mpila, fueron seguidas por pequeñas deflagraciones y afectaron también a la vecina ciudad de Kinshasa.
Los múltiples estallidos provocaron un estado de pánico tanto entre la población de Brazzaville -que recordaron la guerra civil que sufrió el país- como la de Kinshasa, dos ciudades separadas tan solo por el río Congo.
Detonaciones más ligeras y a intervalos irregulares se notaron hasta la tarde.
Un gran número de inmuebles resultaron dañados en Kinshasa, entre ellos el edificio de la Oficina Nacional Congoleña de Transporte (ONATRA), que se encuentra en el puerto de la ciudad y que tuvo que ser evacuado.
Tras el siniestro se desplegaron en el lugar varias unidades de bomberos, de la Policía, de la Gendarmería y voluntarios de la Cruz Roja congolesa, mientras que a medio día un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) se trasladó al Centro Hospitalario Universitario (CHU) de Brazzaville, que recibió un gran número de víctimas.
El jefe de la misión de MSF Francia en Brazzaville, el doctor Diplo, declaró que era necesaria «una mayor organización en el reparto de los heridos» e indicó que algunos de ellos fueron enviados al Hospital Militar y al Centro Hospitalario de Makelekele por la saturación que sufrió el CHU.
«Lo que experimenté fue el Apocalipsis. Es por gracia de Dios que puedo habalr. Mi casa se derrumbó. Mi madre murió, mi padre, mis dos hermanos y mis dos hermanas también. Estar viva no me sirve para nada», narró una superviviente de la tragedia, Jeanette Nuongui, hospitalizada en el centro militar.
La gente huyó asustada «con su equipaje en la cabeza, los pies descalzos, incluso algunos con poca ropa» según explicó un residente.
El agregado político de la embajada china en la capital congoleña, Duan Jinzhu, declaró a la agencia de noticias oficial china Xinhua que entre los fallecidos habría por lo menos tres ciudadanos chinos que estaban en Brazzaville trabajando para el Grupo de Ingeniería y Construcción Pekín. En el lugar de la explosión habría unos 140 ciudadanos chinos, según datos de la empresa.
El ministro de Defensa congoleño, Charles Zacharie Bowao, descartó que el incidente estuviera ralcionado con un golpe de Estado o un motín y aseguró que el origen fue un incendio en el arsenal de la base militar.
Los edificios derrumbados, quemados o gravemente dañados y las víctimas calcinadas y desmembradas dejaron ayer un paisaje de guerra según aseguró un corresponsal de Reuters presente en el lugar.
Este es el mayor accidente de este tipo registrado en África en los últimos diez años. Desde 2000 se han registrado 14 incidentes de este tipo en el mundo, causando en total la muerte a más de 1.800 personas.
Las múltiples explosiones provocaron el pánico tanto entre la población de Brazzaville, que recordó la guerra civil que sufrió el país, como entre la de Kinshasha, separada solo por el río Congo.