Están animadas en la huelga de hambre que llevan a cabo en la Kultur Etxea de Güeñes desde hace siete días, sumando la jornada de hoy. Beben más de tres litros de agua al día. Se han convertido en una referencia de la lucha en Enkarterri por la manera de hacer frente a Konecta BTO, subcontrata de la multinacional de origen vasco Iberdrola.

En un año ha despedido a alrededor de 80 trabajadores y ha utilizado la reforma laboral del PP para expulsar a once trabajadoras más por haber estado ocho días de baja por enfermedad durante un período de dos meses y ha decidido traslados forzosos a la nueva planta de Barcelona para siete supervisoras, entre ellas, Leire Sáinz-Ezkerra. Ayer mismo recibió una comunicación de la empresa que no sigue adelante con el traslado por ser delegada sindical y concejala del Ayuntamiento de Balmaseda por Bildu. La decisión de la empresa era ilegal.

¿Qué tal se lleva la huelga de hambre indefinida?

Leire SÁINZ-EZKERRA: Estamos muy animadas. No estamos solas. Nos apoya mucha gente. Vienen compañeras nuestras todos los días, de LAB, de los comités y de empresas de Enkarterri. También han pasado de ELA y de CCOO. Concejales del PSE y del PNV de Balmaseda, además de mis compañeros de Bildu. Estamos animadas. Tenemos que pedir al alcalde del PNV de Güeñes que presione a Iberdrola porque la planta le sale gratis, para que no desaparezca como otras empresas que se han perdido en Enkarterri.

Irantzu LLAMOSAS: No nos aburrimos. Estamos acompañadas. Hemos perdido cuatro kilogramos cada una, pero nos encontramos bien a nivel médico. Todos los días nos hacen controles.

El lunes LAB convocó huelga en Konecta y ELA durante toda la semana. ¿Qué incidencia ha tenido el paro?

I. LL.: El lunes el paro por la jornada de huelga afectó al 95% de la plantilla, pero esas medidas no tienen su efecto porque Iberdrola tiene otra subcontrata en Valencia, Madrid y Chile, denominada Unísono, que realizó las tareas que no hicimos en la planta de Güeñes.

L. S-E: Ese es el problema. Que las huelgas no le hacen daño. Por eso decidimos dar un paso al frente, porque el servicio de atención telefónica se desvía a otros puntos y hacen atender a los supervisores. En realidad, es Iberdrola quien tiene la culpa de lo que está pasando, porque es quien marca ese camino. Además, con la reforma laboral, las leyes se ponen sin ningún obstáculo a favor de cualquier decisión de los empresarios. Hay que pararles.

¿Falta trabajo en Güeñes para adoptar estos despidos?

L. S-E: No. Porque están ampliando las plataformas. Primero fue en Chile hace un año y hace unos meses abrieron la planta de Barcelona. Somos 260 trabajadoras, pero más del 90% somos mujeres. Es una agresión.

I. LL.: No hay razón para los despidos. Han adoptado la reforma laboral y, como a nosotras, que llevamos años, no nos reconocen la subrogación entre empresas que cambian de nombre, seguimos en la precariedad y con sueldos inferiores a mil euros después de años trabajando.

¿Los trabajadores están concienciados de lo que en realidad está pasando con la reforma?

L. S.-E.: Sí. Están concienciados. Tenemos que salir a la calle, a manifestarnos y a hacer algo más. Porque, o se paran estas decisiones en contra de los trabajadores, o lo vamos a pasar muy mal de aquí en adelante, peor de lo que tenemos ahora.

I. LL.: Es lo que nos deja la reforma. Tenemos que salir a la huelga general, que vean que no aceptamos sus medidas para destruir empleo. Están desertizando Enkarterri. No hay derecho. [En este momento, Leire recuerda que el marido de su mejor amiga ha sido despedido, junto a otros cuatro compañeros de Muebles Izagirre, en Enkarterri, con una indemnización de 20 días por año].

¿Hasta cuándo van a permanecer en la huelga?

I. LL.: Es indefinida. Hasta el final, hasta la readmisión de las despedidas.

L. S-E.:Tenemos ánimo de seguir la pelea, sí. Nos tendrán aquí de frente ante estas decisiones.