La aviación militar israelí bombardeó ayer Gaza, sin causar víctimas, en su primer ataque a la Franja desde el anuncio el martes de una tregua con las milicias palestinas que, a su vez, dispararon ocho cohetes, en una muestra de la fragilidad del alto el fuego.

Los F-16 israelíes lanzaron dos misiles contra un almacén de madera en el oeste de Gaza capital, que se incendió, pero no causó daños personales. El Ejército israelí dijo haber hecho «blanco directo en dos sitios de actividad terrorista» en respuesta a los cohetes disparados contra Israel durante el día anterior. Según sus datos, ocho cohetes fueron lanzados desde Gaza después de que Egipto anunciase en la madrugada del martes al miércoles una tregua informal entre Israel y las milicias de la Jihad Islámica y los Comités de Resistencia Popular, que ponía fin a una ola de cuatro días de violencia.

Durante esos cuatro días murieron 26 palestinos (entre ellos cinco civiles). La última víctima fue un niño palestino de 7 años que falleció ayer a consecuencia de las heridas sufridas en uno de los bombardeos.

El pequeño Baraka al-Mughrabi se encontraba en estado crítico desde el ataque en el que murió un adolescente y resultaron heridos otros tres escolares cuando se dirigían al colegio en Beit Lahiya.

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pidió a Israel que «detenga los brutales ataques contra los palestinos y ponga fin a la masacre y al derramamiento de sangre». Tildó los bombardeos de «terrorismo de Estado» y subrayó que el pueblo turco «debe recordar que los palestinos son sus hermanos».