Las imágenes más representativas de Víctor Vasarely, el padre del op-art, en Bilbo
A.A. | BILBO
Treinta cuadros realizados por, Víctor Vasarely, el máximo representante del llamado op-art, el arte óptico, se muestran desde ayer en la sala BBK de la Gran Vía bilbaina. El artista (Hungría, 1906-París 1997) ocupa un lugar destacado en la historia del arte del siglo XX, ya que, tal como señaló ayer la comisaria de la muestra, Martine Soria, «anticipó las investigaciones sobre luz y color».
La muestra reúne treinta obras, realizadas entre 1948 y 1991 y procedentes de la galería francesa Lahumière y de colecciones privadas, que dejan «descubrir a un creador comprometido».
Su trabajo supuso toda una «innovación» en el uso de las formas geométricas, los juegos de color y los efectos ópticos. «Sentía pasión por la física, la arquitectura, la industria y la tecnología», señaló Soria, lo que se tradujo en sus obras «espectaculares, basadas en desviaciones de líneas o en deformaciones de superficies regulares, que provocan ilusiones ópticas».
Las obras, que se exponen en Bilbo hasta el 5 de mayo, «sumergen a los espectadores en un inquietante juego, como si fueran caminantes perdidos dentro de un laberinto».
Hasta 1960, las investigaciones de Vasarely fueron solo en blanco y negro. Posteriormente y de forma progresiva, fue trabajando con el color y creando un alfabeto plástico, compuesto por un millar de muestras que podía utilizar para combinarlas entre sí.
La muestra ofrece la posibilidad de realizar visitas guiadas por el artista Alberto Palomera, tanto para grupos como para particulares. Para ello, hay que hacer la reserva en el número de teléfono 944058824.