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Política penitenciaria

Jaiki Hadi advierte de que la salud de los presos políticos vascos empeora

Profesionales de la salud dedicados a asistir a presos enfermos, agrupados en la asociación Jaiki Hadi, comparecieron ayer en Bilbo para advertir de que la salud de los prisioneros políticos vascos empeora. Muestra de ello son los quince que sufren patologías graves e incurables. «Queremos insistir en que la cárcel no es el lugar más adecuado para estos pacientes, ya que estando en libertad se garantizaría un seguimiento riguroso y efectivo», enfatizaron.

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Agustín GOIKOETXEA | BILBO

Nueve meses después de que integrantes de Jaiki Hadi alertasen de que las medidas de seguridad se están priorizando sobre la asistencia a los presos enfermos con los consiguientes riesgos para la vida de los afectados, una decena de profesionales sanitarios volvieron a presentarse ante la opinión pública para advertir de que la situación está empeorando. La nómina de casos graves se ha incrementado hasta los quince, para los que ayer volvieron a exigir su puesta en libertad inmediata.

Oihana Barrios e Iñaki Uruburu, que ejercieron en esta ocasión de portavoces, manifestaron que el diagnóstico que hicieron en otoño de la situación sanitaria dentro de las prisiones no ha mejorado. «Tenemos nuevos casos de enfermedades graves, constatando que la estancia en la cárcel ha empeorado ostensiblemente su salud», denunciaron.

De los quince casos más graves, tres -Txus Martín, Aitzol Gogorza y José Miguel Etxeandia- padecen enfermedades síquicas; cinco -José Mari Pérez, Isidro Garalde, Josetxo Arizkuren, José Ramón López de Abetxuko e Iñaki Erro- sufren cardiopatías; tres -Gotzone López de Luzuriaga, José Ángel Biguri y Josu Uribetxeberria-, cáncer; tres -Garikoitz Arruarte, Jesús Mari Mendinueta e Inma Berriozabal-, dolencias artropático-reumatológicas; e Iñaki Etxebarria, una enfermedad oftalmológica severa.

«Esperamos que la situación actual de estos pacientes derive cuanto antes en otra situación sin muros que limiten ni normativas que restrinjan sus vidas», declararon los miembros de Jaiki Hadi que intervinieron, apostillando que mientras tanto desean «que se vayan superando los impedimentos actuales: que desaparezcan políticas penitenciarias que afectan a la salud física y síquica de los presos y presas».

Uno de los factores que destaca entre los presos políticos vascos enfermos es la edad y los años que llevan privados de libertad. En la actualidad, hay 22 personas con más de 60 años, de los que 9 están enfermos. Asimismo, 93 prisioneros llevan más de dos décadas presos, de los que 27 padecen algún tipo de patología que necesita tratamiento médico. «Es evidente que la prolongación de los años de cárcel redundará en la aparición de más casos», lamentaron después de incidir en que no son capaces de aventurar si el número de enfermos puede aumentar o disminuir.

Tras el análisis de estos casos, constatan que en dos de ellos la gravedad de su enfermedad -dolencias cardíacas graves- se ha dado en un contexto de privación de libertad prolongada «que, indudablemente, ha afectado a su salud». Además, mencionaron que en los tres cuadros pluripatológicos más graves, no se ha conseguido dar con el tratamiento adecuado por los condicionantes a los que se enfrentan para el simple diagnóstico y para la aplicación posterior del mismo.

Esta situación, añadieron desde la asociación, también la detectan en quienes padecen enfermedades reumáticas graves -por ejemplo, espondilitis-, por la imposibilidad de contar con dietas o realizar ejercicios físicos específicos. Respecto a las enfermedades síquicas graves, remarcaron que la cárcel es un medio «adverso», ya que las consultas profesionales están intervenidas, tienen dificultades para el seguimiento y tratamiento de los pacientes o no les dejan colaborar con los médicos de las prisiones. Y es que, tal y como recordaron, se deniegan sistemáticamente las visitas de médicos de confianza.

No pasaron por alto, en el caso de las dolencias síquicas, la reciente sentencia condenatoria del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo contra el Estado francés por mantener en prisión a un preso aquejado de una grave dolencia.

ante el TSJPV

Herrira se concentrará hoy ante la sede del TSJPV, en Bilbo, para denunciar la «delicada» situación de los presos enfermos y, en concreto, la del vecino de Basauri Txus Martín. Ayer se movilizaron en Errotxapea 98 personas y en Atarrabia 80.

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