La guerra de Calderón contra el narcotráfico beneficia a los grandes cárteles
Henry ORREGO (AFP) | MEXICO DF
La guerra del narcotráfico entre Joaquín «El Chapo» Guzmán, el hombre más buscado del mundo, y Los Zetas, la organización criminal más violenta de México, ha debilitado a los pequeños cárteles y les ha llevado a tomar partido, según los analistas.
La ofensiva militar lanzada a finales de 2006 por el presidente mexicano, Felipe Calderón, con acciones como las muertes de los jefes de los pequeños cárteles de la droga, «ha terminado fortaleciendo a las grandes organizaciones», señaló a AFP José Reveles, autor del un reciente libro sobre Guzmán.
El último capturado fue Erick Valencia, presentado por las autoridades el lunes como jefe del cártel Jalisco Nueva Generación, que opera como fuerza de choque de Guzmán contra Los Zetas. En setiembre, este grupo mató a 35 personas en Veracruz y arrojó sus cadáveres a una carretera de gran circulación.
El cártel Jalisco Nueva Generación controla el ingreso de cocaína desde Colombia y el de efedrina procedente de China a través del puerto de Manzanillo, en el Pacífico, según la Secretaría de Defensa de México.
«No es un fenómeno nuevo, estas organizaciones son grupos más bien pequeños que se pliegan ante el poderío de `El Chapo' o Los Zetas», dijo Reveles.
Las grandes organizaciones permiten cierta independencia a los pequeños cárteles, pero les exigen fidelidad para evitar que sus rivales entren en sus territorios.
«Han dividido el país prácticamente en dos grandes regiones: una a lo largo de la costa norte sobre el Pacífico, que corresponde a las organizaciones aliadas a `El Chapo' y otra que opera en la costa del Golfo y hasta el Caribe, donde Los Zetas son más influyentes», señaló.
En un informe publicado en enero, la empresa de seguridad estadounidense Stratfor señaló que en esta distribución geográfica, Los Zetas -un grupo creado por militares que desertaron en los años noventa- actúan en 17 estados, frente a los 16 en los que opera el cártel de Sinaloa de Guzmán y sus aliados, ahora llamados La Federación.
México tiene 32 entidades territoriales (31 estados y el Distrito Federal) y en algunos de ellos, como Durango y Veracruz, operan ambas organizaciones.
Seis de los siete grandes
«Mientras Guzmán sigue siendo el objetivo número uno para los EEUU, Los Zetas han ido consolidando territorios», indicó por su parte, a AFP, Raúl Benítez Manaut, investigador en asuntos de seguridad nacional de la estatal Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).
En octubre Rodney Benson, jefe de inteligencia de la Agencia Antidroga Estadounidense (DEA), afirmó que Guzmán, de 47 años y prófugo desde 2001, ha agrupado en torno a sí a seis de los siete cárteles más grandes para tratar de contener a Los Zetas.
«Respondieron con incursiones en territorios que antes eran de `El Chapo', como el estado de Durango (norte), lo que provocó divisiones y arrastró a parte del cártel de los Beltrán Leyva y parte de La Familia Michoacana», afirmó Reveles.
Estos dos cárteles ejemplifican las fragmentaciones y realineamientos recientes. Cuando perdió a su máximo capo, Arturo Beltrán Leyva, en un operativo militar en diciembre de 2009, el cártel de los otros cuatro hermanos se fragmentó en dos grupos ahora enfrentados, el Cártel del Pacífico Sur, aliado del Guzmán, y el Cártel Independiente de Acapulco, aparentemente aliado con Los Zetas.
La Familia Michoacana se dividió en dos sectores a la muerte, en 2010, de uno de sus fundadores, Nazario Moreno. Uno de ellos, Los Caballeros Templarios, es aliado de «El Chapo».