Dentro de los muchos derbis existentes en el mundo futbolístico, el que protagonizan Celtic y Rangers en Glasgow, conocido popularmente como Old firm es uno de los más espectaculares. Sin la tensión fuera de la cancha del caso escocés, donde se mezclan hasta razones religiosas (católicos/protestantes) y políticas (independentismo/ unionismo), el derbi leitzarra de mañana en Urduliz tendrá prácticamente la misma presión en torno a los protagonistas, con medio billete a semifinales en juego, prácticamente en una eliminatoria directa.

Durante la elección de material ayer en la localidad vizcaina, fue el propio Abel Barriola el que utilizó el símil futbolístico para tratar de describir la transcendencia del partido que les enfrentará a su paisano Oinatz Bengoetxea y Alexis Apraiz. «No tenemos margen de error y son partidos especialmente complicados. Quiero decir que son partidos con muchísima presión para los cuatro pelotaris. Es como si me dices un derbi en fútbol. Son partidos diferentes, que da igual que uno esté arriba o esté abajo, de mucha tensión y de mucha presión, en el que, al final, los pequeños detalles te llevan a ganar o perder. El partido de Urduliz va a ser complicado en ese aspecto, creo que la presión la vamos a tener encima todos y el que mejor la maneje, ganará», declaró el zaguero.

Y es que, aunque el ganador solo tendrá asegurado el seguir luchando en una última jornada que puede ser de infarto, la pareja que no consiga llegar a 22 quedará prácticamente sin opciones de pasar a la liguilla de semifinales. Aunque ahora mismo quede en un plano secundario, a la pareja de Aspe también le vendría bien, por si acaso, mejorar el 22-15 que les infligieron Bengoetxea VI-Apraiz en el Labrit en la sexta jornada, en el posiblemente mejor partido del delantero de Leitza.

Y es que su paisano Oinatz Bengoetxea es un pelotari que se le viene atragantando a Barriola en las pocas ocasiones en las que han tenido que enfrentarse. La final Manomanista de 2008, el partido de primera fase del extraño Manomanista de 2010, con solo ocho participantes, o la final del Torneo Nitro de ese mismo año son tres de las seis victorias del de Asegarce en las once ocasiones en las que han jugado uno contra otro.

En el caso de Martínez de Irujo, los números globales ante el delantero de Leitza le son mucho más favorables, pero su estilo de juego siempre le ha incomodado bastante, por lo que tiene claro que «contra Oinatz tienes que jugar a darle velocidad a la pelota. Hay que incomodarle y que no despliegue su juego», señaló.

Tras tocar fondo en Mutiloabeiti, cuando cayeron ante los hasta entonces colistas Arretxe II-Begino, la contundente victoria de la última jornada ante Retegi Bi-Pascual les ha servido para recuperar parte de una confianza que comenzaba a resquebrajarse. «Ganar siempre te da un punto de confianza. De todos modos, lo que hemos hecho hasta ahora lo tenemos olvidado, porque no nos sirve de nada. Ahora toca ganar dos partidos y solo pensamos en el encuentro de Urduliz», declaró Abel Barriola.

Enfado de Xala

En Gasteiz, los pelotaris agradecieron volver a un frontón noble y exigente como el Ogeta, pero lo que, al menos a la pareja de Aspe, no gustó tanto fue el material que se encontraron en el cestaño. «Siempre estoy hablando del material y ya me he cansado. Hoy también hemos separado dos pelotas del lote de Asegarce y una nuestra. Desde que nos cambiaron de material no encuentro la que me gusta. La semana pasada en Angelu, el material cogió bote y así se endurece el partido pero es muy difícil forzar el tanto», señaló un enfadado Xala.

Parece que la estrategia de los de Aspe, que se la juegan, pasa por castigar a Mikel Beroiz.