La vuelta a Flandes tras las vacaciones de invierno en Suiza acaba en tragedia
Conmoción general en Flandes tras el accidente de autobús ocurrido en Suiza en el que murieron 28 personas, entre ellas 22 menores de entre 11 y 12 años. Se desconocen las causas y el fiscal del cantón de Valais afirmó que el autobús circulaba a la velocidad permitida.
GARA | BRUSELAS
El trágico accidente sufrido por un autobús flamenco en un túnel del suroeste de Suiza la noche del martes conmocionó tanto al pueblo de Flandes como al de Suiza en general, tras darse a conocer el balance del siniestro; 28 víctimas, 22 de ellas menores de entre 10 y 12 años.
Los familiares de las 52 personas que viajaban en el autobús partieron ayer de Bruselas hacia Ginebra en un avión puesto a su disposición por el Ejército belga. Con ellos viajó un equipo de sicólogos especializados en este tipo de dramas.
Los niños, estudiantes de las escuelas de primaria Stin-Lambertus, en Heverlee, y `t Stekske, en Lommel, ambos al norte de Bélgica, volvían de sus vacaciones de invierno, que pasaron esquiando. Diez de ellos eran holandeses que estudiaban en estas dos escuelas -uno en Heverlee y los otros nueve en Lommel-.
Ambos colegios recibieron a los familiares ayer antes de trasladarlos al aeropuerto donde fueron recibidos por el rey de Bélgica, Alberto II, su esposa y el primer ministro del país, Elio Di Rupo, que también viajará a Suiza. El accidente ocurrió hacia las 21.15 en el túnel de la autopista A9 en dirección Sion-Lausana en Sierra, en el cantón de Valais (sur de Suiza). El autobús se desvió hacia su derecha y golpeó el bordillo por lo que se empotró contra la pared de hormigón. El impacto frontal fue de extrema violencia. La delantera del autobús quedó muy dañada, lo que bloqueó a muchos ocupantes.
Rescate complicado
Según declaraciones del doctor Jean Pierre Dellars, director médico de la Central de Socorro, el rescate duró mucho tiempo puesto que «el revoltijo metálico era extremadamente difícil de cortar». Quienes sobrevivieron sufren en su mayoría de traumatismos, agregó. Aunque aún se desconoce la causa del impacto, Dellars aseguró que «teniendo en cuenta el estado del vehículo» es de imaginar «que la velocidad era sin duda importante».
No obstante, el fiscal del cantón de Valais, Olivie Elsig, afirmó que el autobús circulaba a la velocidad permitida.
«Tras el análisis de los tacógrafos, podemos decir a priori que el vehículo no circulaba demasiado rápido», dijo Elsigl.
El accidente del autobús belga que ocurrió la noche del martes en un túnel suizo y en el que murieron 28 personas, 22 de ellas niños, ha sido uno de los más graves de Europa en los últimos años.
Los principales accidentes en túneles han causado en total 291 muertes, desde la tragedia vivida en el túnel del Mont Blanc en 1999, donde un camión belga se incendió provocando 39 víctimas mortales.
Desde entonces el accidente de túnel que más víctimas mortales ha causado en Europa ocurrió en Austria cuando un incendio en un funicular en un túnel que une la localidad de Kaprun con el glaciar de Kitzsteinhorn, en los Alpes austríacos, cuasó la muerte de 155 personas.
En total Suiza ha sufrido en sus túneles tres accidentes graves, que causaron la muerte a 48 personas, 22 de ellos niños. El primero ocurrió en 2001 cuando dos camiones colisionaron en el túnel de San Gotardo provocando 11 muertes. El segundo en 2006, cuando un coche chocó con un autobús en Grinsones (suroeste del país) que se saldó con nueve víctimas mortales y cinco heridos.
Pero el de ayer en el Valais suizo ha sido el más grave y el de mayor repercusión mediática. GARA
Los 28 fallecidos en el accidente de autobús belga fueron trasladados al centro funerario de Sion. En ese lugar se prestará atención psicológica a los familiares antes de que efectúen las visitas de identificación de los fallecidos.