Sin «El exótico Hotel Marigold», un destino nada convencional para los jubilados ingleses
El veterano y oscarizado cineasta inglés John Madden prefiere dirigir repartos con experiencia y más aún con una novela entre manos que describe el retiro en la India de un grupo de pensionistas ingleses.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
John Madden ya era un experto realizador televisivo cuando confió en la actriz Judi Dench para encauzar su carrera en 1997 con “Su majestad Mrs. Brown”, para volver a contar con ella de cara a la consecución del Óscar gracias a “Shakespeare enamorado”. Esa receta siempre le ha ido bien y así, en su reciente “La deuda”, toda la fuerza de la película se basaba en el carisma interpretativo de Helen Mirren.
En “El exótico Hotel Marigold” reúne el mayor plantel de intérpretes experimentados del que ha dispuesto hasta la fecha, en consonancia con el tema de la novela “The Foolish Things” en que se basa. Judi Dench, Bill Nighy, Maggie Smith, Tom Wilkinson, Celia Imrie, Penelope Wilton y Ronald Pickup encarnan a un grupo de pensionistas ingleses residentes en la India. En contraste con tan veteranos intérpretes, la representación nativa es más joven. Dev Patel, consagrado internacionalmente por “Slumdog Millionaire” es el encargado del hotel Marigold. Junto a él tiene su oportunidad Tena Desae, un popular rostro en la industria local de Bollywood.
John Madden tiene 63 años, por lo que puede comprender muy bien a los protagonistas de su película, que oscilan entre esa edad y los setenta. La escritora Deborah Moggach quiso romper esquemas con respecto a la idea preconcebida de que los jubilados no se mueven de su lugar habitual de residencia por buscar la seguridad. En “El exótico Hotel Marigold” vemos lo que puede ocurrir cuando las personas mayores se deciden a vencer sus miedos y viajar a países lejanos y desconocidos.
Su retiro en la India no será fácil, a medida que estas gentes entradas en años van descubriendo que vivir en el paraíso conlleva incomodidades y sacrificios. Jaipur, la ciudad rosa de Rajastán, les resulta maravillosa a nada que se adentran en ella. Pero al regresar al hotel se encuentran con cortes de agua o de electricidad y averías constantes. Poco importa que las comunicaciones fallen, cuando se tiene la suerte de disfrutar de un final soñado fuera de la rutina inglesa.