«Al borde del abismo» imprime suspense a la imagen del suicida a punto de saltar al vacío

M. I. | DONOSTIA

Al actor australiano Sam Worthington se le empieza a pedir algo más que el mero lucimiento de su físico de heróe de acción en “Terminator Salvation”, “Avatar” o “Furia de titanes”. En “La deuda”, ya asomaba un cierto perfil dramático que ahora debe confirmar en “Al borde del abismo”, que es un thriller de suspense psicológico, donde encabeza un reparto bastante variopinto que le obliga a vérselas con un secundario de la talla de Ed Harris.

Su comprometido papel es el de un suicida, un antiguo agente de la Policía de Nueva York que se ha fugado de prisión para llamar la atención sobre su caso. En apariencia, su amenaza de arrojarse desde una cornisa del viejo hotel Roosevelt tiene que ver con la reclamación de inocencia, pero la mediadora encarnada por Elizabeth Banks comenzará a sospechar que detrás de ese gesto desesperado se esconde toda una compleja trama de intereses cruzados.

La realización corre a cargo del danés Asger Leth, un joven documentalista que debuta en la ficción con un producto de Hollywood. Aún así, se le puede considerar hijo del movimiento Dogma, ya que su padre es Jorgen Leth, que codirigió en el 2003 con Lars Von Trier la película “Cinco condiciones”, basada en un corto suyo de 1967.