El Consejo de Derechos Humanos de la ONU exhorta a Colombo a juzgar a los responsables de violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra cometidos durante la ofensiva final contra la guerrilla de los Tigres para la Liberación de Tamil Eelam (LTTE), que concluyó en mayo de 2009 y en el transcurso de la cual murieron decenas de miles de civiles tamiles, y a presentar inmediatamente un «plan de acción global», según se recoge en la resolución aprobada ayer. Casi tres años después del fin de la guerra Colombo no ha definido su hoja de ruta.

«Esta resolución (...) es un paso importante para ayudar al pueblo de Sri Lanka a avanzar hacia una paz duradera», señaló la embajadora de EEUU, Eileen Chamberlain Donahue, quien lamentó la ausencia de medidas destinadas a exigir responsabilidades en el informe de la Comisión Nacional cingalesa publicado en diciembre de 2011 y que exculpa al Ejército de crímenes de guerra.

La resolución, presentada por los EEUU y apoyado por la Unión Europea, fue aprobada por 24 votos a favor -incluido el de India, aliado tradicional de Colombo-, 15 en contra -entre los que se incluyen Tailandia, Rusia, China y Indonesia- y 8 abstenciones.

En 2011, los investigadores de la ONU acusaron a Colombo de haber causado «decenas de miles de muertos» durante la ofensiva final del Ejército contra los Tigres Tamiles, a los que también acusó de haber cometido violaciones de derechos humanos.

El enviado especial de Sri Lanka para los derechos humanos, Mahinda Samarasinghe, declaró que su Gobierno, que rechaza una investigación independiente, no había tenido tiempo aún de aplicar las recomendaciones de la Comisión Nacional. «La situación en Sri Lanka no justifica las críticas contenidas en esta resolución. Solo ha pasado tres meses desde el informe», afirmó.

La ONU estima que al menos 7.000 civiles tamiles fueron ejecutados durante los últimos meses del conflicto, aunque organizaciones de derechos humanos elevan esa cifra hasta los 40.000.