Los vecinos de Meatzaldea consideran que después de cuarenta años respirando el aire contaminado que genera el complejo petroquímico de Petronor, no les queda otra opción que la movilización, como la que llevarán a cabo el domingo, a las 12.00, desde la Plaza Haritzalde de Las Carreras, en Abanto, hasta la puerta principal de la refinería. Incidieron en que la situación no mejora y ejemplo de ello es la «nube tóxica» que vienen soportando desde hace varias semanas.

Los vecinos de Abanto y Muskiz estiman que el aire que respiran es nocivo para su salud, «porque nos produce ahogo, nauseas, lagrimeo, escozor de piel y mucosas,... dudamos -añadieron- si podemos pasear a bebés o hacer deporte, si es mejor quedarnos en casa y esperar a que se disipe». En la rueda de prensa ofrecida ayer, reconocieron que no saben qué pasa y en jornadas como las de las dos últimas semanas peor, ya que llaman al 112 sin obtener respuesta alguna.

Tienen serias dudas de que los datos de calidad de aire que ofrece la estación de medición de Muskiz sean reales. Comentaron que los datos publicados desde el 24 de mayo de 2011 de esta y la de Abanto desde junio del año pasado no registran todos los parámetros habituales. Meatzaldea Bizirik lo denunció el 15 de junio de 2011 a Medio Ambiente de Lakua, que reconoció en octubre de ese año que la de Abanto no funciona pero no dijo nada de la de Muskiz.

No mide emisiones específicas

Los afectados manifestaron que la red de control de la calidad del aire no mide emisiones específicas de una refinería, como los hidrocarburos y compuestos orgánicos volátiles. Hay otra cabina en San Julián de Musques, controlada y gestionada por Petronor, que le fue impuesta para otorgarle la Autorización Ambiental Integrada (AAI), pero de la que no se hacen públicas las mediciones. Tras más de 2.000 denuncias, Lakua instaló una cabina móvil en ese punto.

Con este panorama, los vecinos de Meatzaldea llevan soportando en el último mes una «nube tóxica» sobre Las Carreras y la estación de Muskiz, y están muy preocupados. De ahí la nueva movilización ciudadana para exigir a los responsables institucionales que realicen un control «eficaz» de las condiciones ambientales «y una actuación rápida ante situaciones de riesgo para nuestra salud».

Tampoco pasaron por alto las declaraciones del alcalde de Muskiz, el jeltzale Borja Liaño, que acusó a los vecinos de «alarmistas» por mostrar su preocupación. «Es bochornoso», subrayaron, antes de reiterar que no se puede decir que el aire es «excelente» cuando no se mide.