Después de que la semana pasada el Gobierno de Lakua aprobara la ampliación de los horarios de hostelería -media hora los días laborables y una hora los viernes, sábados y vísperas de festivos-, la Federación de AAAVV de Bilbo, junto con las asociaciones de vecinos de Gasteiz, Donostia y Durango, criticaron en una comparecencia realizada ayer que la medida se ha tomado «al margen de una gran parte de la ciudadanía y sin hacer un balance del incumplimiento sistemático de los horarios anteriormente legislados en el anterior decreto».

Tras defender que la modificación está «en consonancia con los nuevos usos sociales y la coyuntura económica», el Ejecutivo de Patxi López aseguró que atiende a una demanda de los ayuntamientos y que confía en que reactivará el sector.

Precisamente, las AAVV reprochan a Lakua que ha velado únicamente por «los intereses económicos de los establecimientos hosteleros» y que «no ha sabido escuchar las razones de una gran parte de la ciudadanía y su derecho al descanso, a la inviolabilidad de sus viviendas y a la calidad de vida de su entorno».

Con esta nueva medida que se ha producido una década después de que entrara en vigor el decreto de horarios, consideran que el vecindario de las zonas acústicamente saturadas por la hostelería nocturna soporta en sus casas «un doble inconveniente» puesto que, al ruido que genera la clientela que fuma en el exterior de los bares, se le suma el que producirá esta nueva ampliación.

El descanso debe prevalecer

Al hilo de esta situación, el próximo 3 de abril los firmantes de documento comparecerán en el Parlamento de Gasteiz, donde solicitarán tanto a la Cámara como al Ejecutivo del PSE que «reconsideren y corrijan» su postura.

Pidieron, asimismo, que se establezcan conversaciones entre Lakua, los ayuntamientos y las federaciones y AAVV para debatir y determinar en qué tipo de hostelería y en qué zonas se puede aplicar la ampliación del horario.

Establecer «sanciones ejemplares y no multas que se toman como un impuesto más a quienes se salten las ordenanzas en los horarios, insonorización, limpieza y actividades desarrolladas, contemplándose incluso la pérdida de la licencia del local» son otros de los objetivos que persiguen los vecinos de las zonas expuestas al ruido. Por ello, propusieron que se impulse la desaturación de las zonas castigadas por los establecimientos de ocio nocturno, promoviendo en contrapartida «locales con niveles de calidad razonables, donde la clientela esté a gusto dentro y no fuera de local».

Los comparecientes subrayaron que «todo no vale para la activación de la economía», pues consideraron que la salud y la inviolabilidad de las viviendas «están por encima de cualquier actividad económica por razonable que se presente».

Por su parte, la portavoz de Lakua, Idoia Mendia, dijo que la norma deja margen a los ayuntamientos para conciliar los intereses hosteleros y los de los vecinos y su descanso, y se mostró convencida de que las corporaciones serán capaces de encontrar ese equilibrio, extremo que no comparten las AAVV.