El proceso de paz es irreversible. Así lo recoge el último Informe del Observatorio Social del proceso de paz elavorado por la red ciudadana Lokarri, aunque advierte de que tiene riesgo de «bloqueo». En consecuencia, solicita al lehendakari Patxi Lopez «que lidere la creación de un espacio de diálogo político inclusivo», donde todas las fuerzas políticas puedan participar «en igualdad de condiciones».

De este modo, Lokarri espera que no se «desaproveche» la oportunidad de poner en práctica la búsqueda de consensos en el marco del debate sobre la propuesta presentada en el Parlamento de Gasteiz.

Los portavoces de la red Aitziber Blanco, Ana Elvira y Manu Vilabrille presentaron ayer en Donostia el último informe del llamado «Observatorio social del proceso de paz» y que agrupa las opiniones de 1.042 personas que han respondido a un cuestionario difundido por esta organización durante el mes de febrero. Al igual que en anteriores informes, ha vuelto a preguntar sobre la aportación que gobiernos y grupos políticos hacen al objetivo de la paz y la convivencia.

El documento, dividido en cuatro grandes apartados, recoge el análisis de la situación y las conclusiones del observatorio. Incluye, a su vez, reflexiones con nombre propio -como Piedad Córdoba, mediadora colombiana entre las FARC y el Gobierno; Fabián Laespada y Edorta Martínez, portavoces de Gesto por la paz; el Coordinador de Lokarri Paul Ríos y Gorka Ruiz, presidente del Foro de Asociaciones de Derechos Humanos- y las recomendaciones de Lokarri.

En la comparecencia destacaron que la percepción de la situación del proceso de paz ha registrado «valores inferiores» al informe anterior, correspondiente a otoño de 2011, situándose en parámetros similares a antes de que se celebrara la Conferencia Internacional de Aiete y la declaración de ETA anunciando el cese definitivo de la actividad armada.

El análisis del dossier alberga a su vez que la falta de respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy «genera preocupación» ante un posible bloqueo del proceso. Y en ese sentido, recomienda tanto a Madrid como a París la puesta en marcha de contactos con ETA encaminados a la «certificación definitiva» del fin de la violencia que culmine con el desarme de ETA, tal y como reclama el punto dos de la Declaración de Aiete.

Lokarri enviará el informe a agentes políticos y sociales, para «crear cauces de comunicación entre la sociedad y los agentes políticos», según precisaron.