La Ertzaintza revienta una protesta pacífica en la Torre Iberdrola
Una protesta pacífica de LAB en apoyo a las dos delegadas de Konecta BTO, que hoy cumplen 15 días en huelga de hambre, terminó en una fuerte tensión, porque una veintena de sindicalistas fueron arrastrados por la Ertzaintza desde el hall de la Torre Iberdrola hasta la calle. Los ertzainas se sobrepasaron, incluso, con el histórico militante abertzale y obrero, Periko Solabarria, que en la puerta del edificio le empujaron como si de un saco se tratara, igual que al resto.
Juanjo BASTERRA |
La Ertzaintza reventó una protesta pacífica de sindicalistas de LAB en la Torre Iberdrola para apoyar a las dos delegadas de Konecta BTO de Güeñes que hoy cumplen quince días en huelga de hambre para exigir la retirada de los despidos a once trabajadores y la marcha atrás a los seis traslados forzosos a la planta de Barcelona. Leire Sáinz-Ezkerra e Irantzu Llamosas explicaron ayer a GARA que «se encuentran muy cansadas físicamente, porque de ánimo estamos bien», dijeron.
Una veintena de miembros de LAB accedieron al hall de la Torre Iberdrola de forma pacífica y realizaron una sentada, mientras otro grupo les apoyó desde la calle con una pancarta «Iberdrola culpable, 14 días de huelga de hambre. Despedidas readmisión». Similares protestas se vivieron ante centros de Iberdrola de las cuatro capitales vascas para reclamar a la multinacional eléctrica de origen vasco que presione a la subcontrata Konecta BTO para que de marcha atrás a los últimos despidos y traslados forzosos de la planta de Güeñes a Barcelona. Una estrategia que empleó la subcontrata aprovechándose precisamente de la nueva reforma laboral. Según explicó Zaloa Ibeas, responsable del área de la Mujer de la central sindical, la dirección de Iberdrola se negó a recibir a una delegación sindical para abordar este tema.
Arrastrados por la fuerza
Un grupo de sindicalistas penetró de forma pacífica en el hall de la Torre Iberdrola. En ese lugar se sentaron en el suelo portando carteles en apoyo a las huelguistas y en contra de los despidos, exigiendo así su readmisión. En la calle, otro grupo de sindicalistas portaba una pancarta y se solidarizaba con las trabajadoras en huelga de hambre.
En diez minutos se presentó una furgoneta y un coche de la Ertzaintza. En ese momento, quienes estaban en la pancarta reclamaron que se dejara realizar la protesta pacífica, pero los miembros de la Ertzaintza entraron y comenzaron a sacar a arrastras a los allí sentados. Utilizaron malos modos en todos los casos y cuando llegaban a la puerta les tiraban como si de sacos se tratara.
Lo que era una protesta pacífica cobró entonces un mayor nivel de tensión, mientras desde la calle se pedía la readmisión de las trabajadoras o se lanzaban consignas de «Iberdrola culpable», «Konecta despide, Iberdrola lo permite» y, entre otras, «Vuestra riqueza, es nuestra miseria» y «ez, ez, ez despidorik ez». A algunos de los presentes la Ertzaintza iba pidiendo la identificación y a otros no. Lo más grave de esta situación fue cuando arrastraron al veterano sindicalista y militante histórico de la izquierda abertzale Periko Solabarria.
A sus 82 años se encontraba sentado en el hall de la Torre de Iberdrola en solidaridad con Leire Sáinz-Ezkerra e Irantzu Llamosas. Al llegar a las puertas de la calle de esa torre, empujaron y tiraron a Periko Solabarria, que quedó tendido en el suelo. Más tarde dijo que uno de los brazos le dolía. En ese momento, aumentaron los gritos contra la Ertzaintza y uno de los miembros de la policía autonómica contestó a una mujer que le increpó que Periko Solabarria se había tropezado, lo que era incierto, ya que fue empujado con desprecio hacia el suelo, igual que al resto de quienes estaban desarrollando una protesta pacífica.
Jorge Silva, responsable de LAB en Enkarterri, explicó que la protesta de apoyo a las huelguistas en Hego Euskal Herria fue una acción para «mostrar nuestra preocupación y al mismo tiempo para denunciar la situación en que se encuentran las trabajadoras de Konecta BTO, que realizan el servicio de atención telefónica al cliente de Iberdrola».
A su juicio, Iberdrola, empresa de referencia del sector y una de las principales del entramado empresarial de Euskal Herria, debería hacer efectiva la responsabilidad social de la que hace gala, pasando de las palabras a los hechos para crear valor en beneficio de la sociedad vasca en general y de los trabajadores que desarrollan su trabajo directamente».
97 despidos
El sindicalista de Enkarterri, que destacó que esa zona importante de Bizkaia se está desertizando, recordó al presidente de la multinacional Ignacio Sánchez Galán que «la responsabilidad social de Iberdrola también debería estar en velar por las condiciones en las que sus subcontratas desarrollan su trabajo» y advirtió que «debería exigirles que respeten los derechos de sus empleados y que el trabajo que desarrollan sea en condiciones dignas».
Para LAB, Iberdrola es responsable subsidiaria de la situación que se vive en la planta de Güeñes y que ha desembocado en la huelga de hambre de las dos representantes de las trabajadoras. Porque «desde la llegada de Konecta BTO hace quince meses ha despedido a 80 trabajadoras y el último episodio es por el que estamos aquí en esta torre, el despido de 11 trabajadoras por estar de baja médica, legalmente justificada, amparándose en la nueva reforma laboral y el traslado forzoso de otras seis trabajadoras a Barcelona».
Irregularidades
Jorge Silva denunció que «Iberdrola, de acuerdo con Konecta BTO, en las jornadas de huelga secundadas por la plantilla de la empresa, desvían las llamadas a la planta de Barcelona y a la de Chile, atentando contra el derecho de huelga de las trabajadoras, como ya ha señalado la Inspección de Trabajo».
Por lo que llamó a la Administración pública a que «haga cumplir la ley a la multinacional». A la vez, explicó que la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán, instaló el servicio de atención telefónica en Güeñes «en condiciones muy ventajosas, en terrenos cedidos por el Ayuntamiento, con opción de compra, así como con subvenciones oficiales del Gobierno de Gasteiz y de la Diputación de Bizkaia bajo la contraprestación de mantener y generar empleo en Enkarterri».