Cargas policiales que derivaron en graves enfrentamientos entre agentes turcos y ciudadanos kurdos en Estambul, Diyarbakir y Cizre; un ataque de la Policía turca a una delegación de seis diputados del Partido para la Paz y la Democracia (BDP), el principal partido prokurdo en Turquía, en la localidad de Batman; un atentado contra la sede del gobernante AKP en Cizre; y una ofensiva de las fuerzas especiales turcas contra la guerrilla de PKK en el monte Cudi, en la provincia kurda de Sirnak, cerca de la frontera con Kurdistán Occidental y Kurdistán Sur, han marcado este año la celebración del Newroz, el Año Nuevo kurdo. Haci Zengin, miembro del BDP, falleció el domingo en Estambul tras el impacto de un bote de gas lacrimógeno en la cabeza; un policía murió al recibir varios disparos en Cizre y al menos otros seis agentes y siete guerrilleros han fallecido en los combates en Cudi, que ayer seguían. Los detenidos y heridos -entre ellos varios diputados del BDP- se cuentan por centenares.

Cientos de miles de kurdos han tomado las calles de muchas localidades de Kurdistán Norte y de las grandes ciudades turcas donde hay una importante comunidad kurda para celebrar el Newroz y se han encontrado con una brutal represión que, sin embargo, no ha conseguido acallar sus reivindicaciones y a la que han hecho frente en medio de muestras de apoyo al PKK.

En declaraciones a GARA desde Mardin (Kurdistán), Iñaki Aldekoa, de Aralar, señaló que Selahattin Demirtas, copresidente del BDP, ya había anunciado para este año un «Newroz sangriento», al que, sin embargo, han hecho frente los kurdos llevando a cabo su propia intifada.

Pero también ha servido, recordó, para la solidaridad entre los pueblos. Delegaciones europeas participan todos los años en los actos del Newroz, que este año ha contado con la visita de una delegación de la ciudad palestina de Ramallah, que se ha hermanado con Diyarbakir, al igual que se hermanaron la kurda Dohuk y la turca Galipoli.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió ayer a sus «hermanos de origen kurdo» que retiren su apoyo al BDP, al considerar que esta formación no tiene agenda al estar «a las órdenes de Kandil» -en referencia al PKK-. Aseguró que «no ha probado que proteja vuestros derechos», porque «está bajo el mandato del terror».

Erdogan, que responsabilizó al BDP de provocar los enfrentamientos, insistió en que «no puede crear soluciones para el problema kurdo» al tiempo que definió a su partido, el AKP, como «la solución».