El Gobierno portugués ha decidido abandonar definitivamente, a raíz del dictamen emitido por el Tribunal de Cuentas, la construcción de una línea de Tren de Alta Velocidad para conectar Madrid y Lisboa, proyecto que permanecía suspendido desde junio de 2011, tras la llegada al poder de Pedro Passos Coelho (derecha).

El Tribunal de Cuentas de Portugal denegó, en base a varias irregularidades, la concesión del visado al contrato sobre el tramo entre las localidades lusas de Poceirao y Caia, que formaba parte del proyecto de conexión por TAV entre el Estado español y Portugal.

La ministra española de Fomento, Ana Pastor, señaló que esta decisión afecta no solo a Madrid -lo que está ahora en cuestión es la parte española del AVE-, sino al Estado francés.

El comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, descartó, por contra, que la decisión vaya a crear ningún conflicto respecto al desarrollo de las infraestructuras incluidas en la Red Europa de Transportes.

Kallas recordó que hay soluciones más allá de los trenes de alta velocidad y comentó que intentar desarrollar la misma en todos los lugares puede ser una opción «no muy racional».