«Si nuestra simulación se hace realidad con todas sus repercusiones sociales, soy pesimista con respecto a que la eurozona pueda seguir existiendo en su actual forma», dijo el director científico del Instituto de Macroeconomía y Estudios Coyunturales de Düsseldorf (IMK), Gustav Horn.

El informe, en el que además del IMK participan el Instituto Austríaco de Estudios Económicos (WIFO) y el Observatorio Francés de la Coyuntura Económica (OFCE), considera que los paquetes de ajustes que se están aprobando en distintos estados son contraproducentes, no solo para el crecimiento económico, sino también de cara a la estabilización de la deuda soberana.

«Eso es algo que la teoría económica ya sabe desde hace 50 años y que se llama la paradoja del ahorro», declaró durante la presentación del informe, el economista del WIFO Stephan Schulmeister.

La paradoja del ahorro, según explicó Schulmeister, es un fenómeno en el cual los esfuerzos de austeridad de los gobiernos estrangulan la coyuntura, lo que conduce a una caída de la recaudación fiscal y, con ello, a un aumento de la deuda soberana.

Los economistas prevén que tanto este año como el próximo haya recesión en el conjunto de la eurozona y que en Alemania y Estado francés se de una fase de estancamiento con niveles de crecimiento inferiores al 1%.

«Si se lleva a la práctica todo lo que se ha debatido, la eurozona caerá en una recesión profunda con una contracción del 0,8% en 2012 y un 0,5% en 2013», manifestó Horn.

«La política de austeridad tiene efectos económicos negativos, contrariamente a lo que han propagado algunas teorías en boga en los últimos años», dijo el director científico del IMK.

La simulación prevé deflación

Según una simulación contenida en el informe, el índice de desempleo en la eurozona llegaría en 2014 a estar por encima del 12% y en 2015 se caerá en una deflación, con sus previsibles consecuencias para el crecimiento y el empleo.

Horn añadió que el camino de la austeridad llevará a una profundización de las diferencias dentro de la eurozona, con los países que actualmente están en situación difícil en recesión durante una larga fase y los países más fuertes con bajos niveles de crecimiento.

«Con respecto a la pregunta acerca de si la austeridad ayudará en algo a resolver el problema de la deuda soberana la respuesta es clara: no ayudará nada», aseguró Horn.

«La estrategia de tratar de sacar a Europa de la crisis a través del pacto fiscal es algo que no puede funcionar», agregó.

El monto total de la deuda soberana, con las medidas contempladas en el pacto fiscal, solo empezaría a bajar mínimamente en 2015 y en 2016 estaría todavía claramente por encima del nivel de 2011.

Horn señaló además que el monto de la deuda no es el problema central de la economía europea y recordó que Estados Unidos tiene una deuda más alta y, sin embargo, tiene niveles más altos de crecimiento.

Efectos negativos de la reforma

Por su parte, Schulmeister se refirió concretamente a los efectos negativos que pueden traer las reformas laborales en el Estado español e Italia, sobre todo en los referente a la flexibilización del régimen de despidos. Según el economista austríaco, la flexibilización del régimen de despidos, en teoría, puede tener efectos positivos siempre y cuando se haga en el momento adecuado, pero actualmente la consecuencia previsible es un aumento del desempleo con los problemas derivados de ello para la demanda interna y la coyuntura.

«Hay que pensar solamente en las consecuencias de que en un país como España, con cerca del 20% de desempleo, haya 100.000 nuevos parados», aseguró el economista del instituto austríaco WIFO.