29-M HUELGA GENERAL
Respuesta unánime de los trabajadores a la reforma de Madrid
Toda la actividad económica de Euskal Herria se paralizó ayer para protestar por la reforma laboral. A la imagen de los centros de trabajo cerrados se sumó la de las multitudinarias manifestaciones celebradas al mediodía en las capitales y por la tarde en más de 60 localidades. La nota negativa, la de un joven de 19 años herido muy grave por la Ertzaintza en Gasteiz.
GARA | DONOSTIA
La respuesta a la jornada de huelga del 29-M alcanzó unas cifras no registradas en las últimas décadas. En el sector industrial, por ejemplo, paró su actividad el 87% de las empresas y, en comparación con otras ocasiones, numerosas cooperativas se sumaron también a la huelga, igual que las empresas de tamaño medio y pequeño (pymes).
Compañías emblemáticas como Volkswagen -y sus empresas proveedoras-, Mercedes-Benz, Michelin, CAF, Aceralia o Arcelor registraron un paro total de su actividad en todos los turnos.
En el sector de la Construcción, la huelga afectó de manera total a las obras en Gipuzkoa, y de manera generalizada a las de Bizkaia y Araba, parando todas las empresas cementeras.
En el transporte de viajeros el paro fue total, funcionando exclusivamente los servicios mínimos. Así en el transporte de viajeros por ferrocarril, EuskoTren, Tranvía de Gasteiz y Bilbo, Metro, transporte urbano de las capitales y transporte de viajeros por carretera el paro fue total. En transporte de mercancías, el apoyo a la huelga fue también muy amplio y en los puertos de Bilbo y Pasaia solo funcionaron los servicios esenciales.
Respecto a la Enseñanza, la huelga fue secundada «como nunca», según los convocantes. En la mayoría de los centros solo funcionaron los servicios mínimos, de manera que más del 90% de los trabajadores del sector hicieron huelga.
En Nafarroa, la situación que se vivió en las dos universidades fue diametralmente opuesta. Así, en la UPNA, donde los piquetes estudiantiles se plantaron desde las seis de la mañana, el paro fue prácticamente total. Solo se pudieron dar un par de clases en todo el día. En la universidad del Opus Dei, por contra, fue un día normal. No hubo constancia de que los estudiantes faltasen a sus clases por acudir a la huelga y, por supuesto, tampoco los profesores.
En los comedores escolares de los centros vascos, la respuesta fue prácticamente total, tanto en cocinas centrales como en los comedores de colegios públicos
En Osakidetza, tanto en la red de hospitales como en el ámbito de la atención primaria, según estos sindicatos, tuvo el mayor seguimiento de los últimos años y en la mayoría de los centros solo se cubrieron los servicios mínimos.
Por su parte, el paro convocado en paralelo por SATSE, SME, FFHE, SAE y UTESE fue secundado por el 75% del personal sanitario, por lo que fue calificado de rotundo éxito ya que «no se había dado en el sector desde hace años».
El seguimiento de la huelga en los ayuntamientos y en las diputaciones forales fue prácticamente total y en los centros que no se cerraron tuvo un seguimiento superior al 80%. Fue especialmente significativo el seguimiento en Bilbo, Donostia y Gasteiz, donde rondó el 90%.
Respecto a los sectores de limpieza viaria y limpieza de edificios y locales, el paro fue prácticamente total, al igual que en sectores de gestión deportiva y servicios de OTA.
En las grandes superficies comerciales, así como empresas de distribución alimentaria cerraron casi la totalidad de sus establecimientos, mientras la actividad de Mercabilbao se vio afectada de manera importante. En el sector minorista de comercio y hostelería, la huelga fue secundada de forma muy mayoritaria.
Marchas multitudinarias
Al mediodía, las cuatro capitales de Hego Euskal Herria acogieron las principales manifestaciones convocadas por LAB, ELA, STEE-EILAS, ESK, Hiru y EHNE, y que registraron unos niveles de participación desconocidos. Según los convocantes, estas marchas congregaron a más de 100.000 personas.
En Bilbo, los organizadores cifraron la asistencia en más de 30.000 personas, que abarrotaron la Gran Vía entre la plaza del Sagrado Corazón y la plaza Elíptica.
En Iruñea, también se cifraron en más de 30.000 las personas que se movilizaron en el acto central de la jornada, al que también se sumaron representantes de otras organizaciones como Solidari, CNT y CGT, junto a distintos grupos de estudiantes.
Cuatro columnas que partieron de distintos puntos de la ciudad se dieron cita al mediodía en la plaza del Castillo, donde arrancó la manifestación que, precedida de dos tractores, transcurrió con normalidad y con pitidos y gritos más intensos a su paso por la delegación del Gobierno en Nafarroa o la sede de UPN.
En la capital donostiarra, la catedral del Buen Pastor fue el punto de encuentro de las columnas procedentes de distintos barrios de Donostia. A la marea humana que provenía del Antiguo se le fueron sumando centenares de personas que se agolpaban en las aceras, la mayoría a la espera de encontrar a su sindicato.
La calle Hernani, que une el Boulevard con el Centro fue un auténtico tapón, por donde resultó imposible pasar. De hecho, los manifestantes estuvieron parados durante largo rato, a la espera de que las principales calles se descongestionaran.
A la marcha se sumaron el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre.
En Gasteiz, fue tal la afluencia de manifestantes que llenaron el recorrido de la marcha, de tal forma que cuando la cabeza llegó a la plaza de la Virgen Blanca, la zaga aún no había partido. Durante la misma se produjo algún que otro incidente aislado frente a El Corte Inglés, un punto caliente marcado por las cargas policiales de la mañana, donde la Ertzaintza hirió de gravedad a un joven de 19 años.
Al margen de las capitales, en algunas localidades se celebraron también multitudinarias manifestaciones, como en el caso de Tafalla, donde dos mil personas llenaron la plaza del pueblo, o Irun, donde se congregaron un millar de personas.
La patronal Confebask dijo que el seguimiento fue «desigual» y lo cifró en un 60% en el sector industrial, reconociendo así que ha sido el más relevante de la economía vasca.
Por territorios, la guipuzcoana Adegi dijo que el paro no llegó al 60%, el SEA elevó el dato al 66% en Araba y Cebek lo cifró en un 67% en el sector siderometalúrgico de Bizkaia y de un 85% en el comercio.
La Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) consideró que la huelga general convocada afectó a entre el 40 y el 50% del tejido empresarial.
Cargas y detenciones
Las sucesivas cargas policiales arrojaron un balance de 11 detenidos en Nafarroa, sin que la Delegación del Gobierno hubiera dado muchos más datos, salvo que todos ellos eran menores.
Los incidentes con la policía fueron sucediéndose a lo largo de todo el día. La delegada del Gobierno, Carmen Alba, aseguró que los desperfectos fueron cometidos por «las únicas bandas juveniles que existen en Pamplona, perfectamente estructuradas para cometer actos violentos».
En Bizkaia, no fueron abundantes los incidentes, aunque hubo encontronazos con la Ertzaintza cuando los manifestantes transmitían a responsables de comercios y entidades financieras que la jornada de ayer era día de huelga.
En la parte trasera de El Corte Inglés hubo un fuerte despliegue de la Ertzaintza para permitir la entrada de empleados, pero su reducido número impidió la apertura del centro.
En los alrededores del Juzgado de Bilbo fue herido de consideración un ertzaina tras el lanzamiento de unas piedras. Al parecer, cuando el piquete pasó por ese lugar no ocurrió nada, aunque unos rezagados pusieron pegatinas ante el juzgado y dos ertzainas, una mujer y un hombre, salieron dando porrazos a un grupo de jóvenes. No se sabe a ciencia cierta si el incidente fue el que desembocó en las pedradas.
En Gipuzkoa, apenas se produjeron incidentes, salvo en Errenteria, donde la Ertzaintza efectuó una carga en la calle Biteri, donde se contabilizaron cinco heridos, algunos de los cuales fueron trasladados al ambulatorio. En la CAF de Beasain, seis furgonetas de la Ertzaintza cercaron a los miembros del piquete que se concentró en la puerta principal, aunque no llegó a cargar.
En Araba, se produjo una carga policial en las cocheras de Tuvisa, que provocó varios contusionados y un detenido.
Según el balance de Interior, ocho personas fueron arrestadas por la Ertzaintza y otras diez imputadas. Cinco de los arrestos se practicaron en Gasteiz y los otros tres tuvieron lugar en las localidades vizcaínas de Galdakao, Zalla y Portugalete.
Por la tarde, otras cuatro personas fueron detenidas en la capital alavesa, todas ellas acusadas de lanzar «objetos» y «piedras» a los ertzainas.
Durante la jornada se produjeron algunos actos de sabotaje, como el incendio de dos cajeros de Banco Sabadell y Banco Popular en Altsasu, el ataque con cócteles a una subestación eléctrica de Iberdrola en Berango o la colocación de un artefacto en los bajos de un vehículo de Bizkaibus en Lanestosa, que fue inutilizado por la Ertzaintza.
Xuban Nafarrate, un joven gasteiztarra de 19 años, resultó ayer herido de gravedad tras recibir un fuerte golpe en la cabeza durante el transcurso de una carga policial junto al Corte Inglés de la capital alavesa. Según los testigos presenciales en el momento del ataque, el citado golpe, que generó un derrame cerebral, fue provocado por el impacto de una pelota de goma lanzada a cuatro metros de distancia por parte de un agente de la policía autonómica.
En declaraciones a GARA, el padre del joven, Joseba Nafarrate, explicó que dos testigos presenciales en la calle Juan XIII, donde se produjo la agresión, confirmaron la hipótesis del pelotazo. Una idea que fue tomando fuerza desde primera hora de la mañana, cuando se tuvieron las primeras noticias al respecto. Es más, según afirmaron los testigos a Joseba Nafarrate, antes de recibir el pelotazo, los agentes de la Ertzaintza desplegados en el centro de la capital alavesa propinaron una severa paliza a Xuban, que se encontraba en la zona junto a otras tres personas.
Además, Joseba denunció que tras el pelotazo su hijo permaneció durante quince minutos tendido en el suelo, padeciendo espasmos y convulsiones derivados de la lesión. Quince largos minutos en los que Xuban volvió a padecer una nueva agresión por parte de los agentes, que, tal como señaló su padre, le introdujeron un papel vinculado a la huelga en la boca. «Eso es nazismo», afirmó, a la vez que anunció una futura acción legal contra los agresores de su hijo.
Tras sufrir la agresión por parte de la policía autonómica, el joven fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital de Santiago, un centro sanitario situado en el centro de la ciudad, a escasos metros del lugar donde tuvo lugar la agresión.
Ya en el complejo hospitalario, los médicos encargados de atenderle optaron por ingresar a Xuban en la UCI del hospital, donde permaneció en observación con pronóstico reservado por un hematoma subdural. Una lesión derivada de un fuerte traumatismo craneoencefálico.
Tras conocer lo ocurrido, la izquierda abertzale emitió un comunicado para denunciar lo acontecido en las calles de Gasteiz, y para mostrar su «total solidaridad al joven herido y a todas las personas que en han padecido la violencia policial». «Los agentes de la Ertzaintza han propinado una brutal paliza a Xuban Nafarrate», añadió.
Sin embargo, la versión ofrecida por los testigos y la familia del joven gasteiztarra dista de la explicación aportada por la Ertzaintza, que ayer mismo negó que el derrame cerebral tuviera alguna relación con la actuación policial.
Lejos de reconocer la versión de la familia, el Departamento de Interior afirmó que los agentes desplegados en las inmediaciones de la calle Juan XXIII no utilizaron las pelotas de goma, y explicó que la lesión se produjo por una caída, y no por una carga policial. Esta explicación no encaja con el balance de heridos, ya que dos personas recibieron pelotazos durante la misma carga.
A este respecto, Lakua señaló que el joven se cayó mientras trataba de escapar de un grupo de agentes que se disponían a identificarle, ya que, según esta versión, se encontraba junto con otros tres jóvenes «cruzando contenedores». I. SALGADO