La prima de riesgo del Estado español se disparó ayer hasta alcanzar los 435 puntos, mientras que en Italia seguía el mismo camino ascendente al superar los 400 puntos. Como resultado, el Ibex prosiguió con su derrumbe de las últimas semanas y se hundió un 2,96% adicional, hasta los 7.433,60 puntos, su nuevo mínimo anual. En el resto de las plazas europeas también se impuso el color rojo, ante la posibilidad de que el Estado español solicite ayuda al fondo de rescate para evitar la bancarrota en los próximos meses. París cayó un 3,08%, Fráncfort, un 2,49%, y Londres, un 2,24%. Por tanto, los duros programas de recortes del Gobierno Rajoy y las loas de diferentes organismos y autoridades internacionales a las reformas emprendidas para reducir el déficit no logran calmar a los inversores. En esta jornada, además, tampoco se contó con el apoyo de Wall Street, que abría sin dirección definida y daba más argumentos a las posiciones vendedoras. Así las cosas, todos los valores del Ibex se fueron abajo sin paliativos. Al frente de los más castigados se colocaron OHL (-7,11%), ArcelorMittal (-6,28%) e Indra (-5,68%). Hizo más daño todavía la contundencia en los recortes de Santander (-3,88%), BBVA (-3,62%), Telefónica (-2,90%) e Iberdrola (-2,88%). Por su parte, Repsol logró uno de los mejores balances del día al ceder únicamente un 0,91%, en medio de rumores sobre una posible operación con su filial YPF. En París tampoco hubo espacio para las ganancias. ST Microelectronics, que se hundió un 7,11%, lideró las pérdidas. Hasta 24 firmas redujeron en más de un 3% sus cotizaciones.