Unas 25 ONG que participan en la iniciativa «Bienvenidos a Palestina» indicaron que «seguimos los preparativos a pesar de que varios voluntarios han sido acosados por las autoridades de ocupación israelíes». Los organizadores aseguran que alrededor de 2.500 activistas ya se han registrado, y que la mayoría ya han comprado los billetes de avión, mientras aerolíneas europeas y estadounidense han recibido presiones de Israel para que eviten que los activistas embarquen.

Los activistas europeos indicaron que contarán con la presencia de periodistas para mostrar que no tienen intenciones violentas y que su destino es Cisjordania y no Israel. A su llegada a los controles de inmigración en ese aeropuerto, los activistas deben declarar que se dirigen a ciudades en Cisjordania, en lugar de mentir para eludir los prolongados interrogatorios de la seguridad israelí. Una vez en Cisjordania, el grupo planea colocar la primera piedra de una nueva escuela cerca de Belén y participar en diversas actividades culturales y visitas.

Fin a la ocupación

«Somos activistas en ruta hacia Cisjordania como cualquier otro turista, con un mensaje, para pedir que se ponga fin a la ocupación y que se garanticen los derechos de los ciudadanos palestinos en los territorios ocupados», subrayaron. El año pasado, en la primera edición de la campaña, cientos de personas de todo el mundo compraron billetes de avión para llegar a Palestina a través del aeropuerto de Tel Aviv. Las autoridades israelíes elaboraron una «lista negra» de 342 pasajeros a los que las líneas aéreas impidieron subir al avión en los aeropuertos de origen. Unos 120 consiguieron aterrizar en Israel, donde fueron detenidos durante varios días y expulsados.

El ministro israelí de Seguridad Interior, Isaac Aharanovich, aseguró ayer que responsables de las autoridades aeroportuarias, servicios de seguridad, de inmigración y policiales han coordinado su actuación para detener a los activistas y que «no los perseguiremos por los pasillos del aeropuerto».

Por el contrario, las organizaciones de solidaridad con Palestina afirman que «el derecho internacional nos autoriza a llegar a los territorios palestinos ocupados y a constatar las condiciones de vida de los palestinos bajo ocupación, a mostrar nuestra solidaridad y a unirnos a la construcción de una escuela».