La consejera de Educación, Isabel Celaá, por medio de un comunicado, rechazó los recortes anunciados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para las áreas de Educación y Sanidad y los calificó de «nuevo tijeretazo».

Subrayó que el Gobierno de Gasteiz «ni se da por aludido ni se siente comprometido» por el anuncio realizado por el Ejecutivo español, al tiempo que criticó que el gabinete de Patxi López no haya recibido información de esos planes.

«Una vez más, Madrid anuncia medidas que afectan a competencias transferidas a la comunidades autónomas sin reunirse previamente con ellas», añadió la titular de Educación, quien también criticó la «falta de concreción y la escasez de detalles» que rodea este anuncio.

No obstante, indicó que el simple anuncio supone «un ataque directo a las líneas rojas establecidas por el gobierno de Patxi López, que fijaban ambas áreas como intocables». Por ello, advirtió que Lakua no suscribirá estas medidas y que irá a los tribunales si el Gobierno de Rajoy «decide invadir las competencias autonómicas».

Celaá insistió en que está «absolutamente en contra» de cualquier tipo de recorte en el área que dirige porque «un país que recorta en Educación está jugando con su futuro».

En sanidad «no se va a aplicar»

Por su parte, el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, aseguró que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa no se notará el recorte presupuestario en Sanidad porque «no se va a aplicar».

En una entrevista en ETB, el responsable de Sanidad señaló que para conseguir ese ahorro «hay que hablar ya de tijeretazo en las prestaciones y el servicio» e insistió en que el lehendakari, Patxi López, «ha repetido varias veces que protegerá la sanidad, la educación y los servicios sociales».

Respecto a la posibilidad de que se establezca un copago sanitario, apuntada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, el consejero destacó que «no resuelve» los «grandes problemas» de la sanidad, como son la coordinación entre la atención primaria y la hospitalaria, la coordinación sociosanitaria o la atención a los enfermos crónicos.

«Se intenta encontrar una solución muy fácil a un tema muy complejo porque el sistema sanitario tiene una demanda creciente y los nuevos medicamentos son muy caros. Esto no se soluciona ni con copagos ni centralizando las compras -añadió- sino con una reforma que garantice la sostenibilidad del sistema, que es lo que estamos haciendo ahora en Euskadi».

El consejero también afirmó que si, como consecuencia de la crisis económica, se intentara revisar las competencias autonómicas, «Euskadi se resistiría con todas sus fuerzas porque supondría una centralización que tampoco resuelve el problema».

Según dijo, «muchas comunidades autónomas tenemos mucho que enseñar a Guindos, a Cristóbal Montoro (ministro de Hacienda) y a Ana Mato (ministra de Sanidad) sobre qué ideas harían que el sistema de salud sea sostenible».

Agenda de reformas

Ante la polémica suscitada por el anuncio de nuevos recortes, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, aseguró que los ajustes en Sanidad y Educación no son para calmar a los mercados, sino parte de la agenda reformista del Gobierno. «Estamos cumpliendo un calendario y las reformas seguirán. A final de verano, estarán ya todas preparadas y aprobadas», dijo.

En declaraciones a una emisora de radio, avanzó que «de aquí a dos semanas» se tendrá una reforma de la Sanidad «estructurada y contrastada» con las comunidades autonómicas, y en la que se incluirá una redefinición de la cartera de los servicios básicos para hacerla más «racional y adecuada».

Aunque no detalló cómo se producirá ese ahorro, sí indicó que una de las maneras de conseguirlo es «combatiendo los abusos» que se cometen sobre el sistema sanitario. Entre esos abusos, el ministro mencionó el que cometen los europeos que acuden al Estado español a hacer uso de la sanidad gratuita porque en sus países de origen tienen que pagar por ella, o el que se produce con las recetas.

Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, negó que las reformas sean fruto de la improvisación ante la situación de desconfianza de los mercados en la economía española. «No es una medida puntual ante ninguna situación circunstancial de los mercados«, afirmó el ministro en el Foro Nueva Economía, donde agregó que estas reformas ya estaban en la agenda del Gobierno y que se van a hacer con un planteamiento a medio y largo plazo que surtirá efectos en cinco o diez años.

Propuesta de Esperanza Aguirre

La polémica en torno a los recortes subió de tono con las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien se reunió ayer con Rajoy y le propuso devolver al Estado las competencias de Sanidad, Justicia y Educación, lo que supondría un «ahorro» de 48.000 millones, así como las competencias municipales de Transportes y Servicios Sociales.

En la reunión, que duró una hora y veinte minutos, la presidenta expresó su convicción de que para salir de la crisis hay que «adelgazar» y «encarar una reforma en profundidad» de la Administración pública, maximizar los ingresos, reducir los gastos y «cortar radicalmente con la duplicación y triplicación de funciones».

Ante estas declaraciones, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, retó a Aguirre a renunciar al autogobierno, aunque hizo hincapié en que se opondrá a que, «con el pretexto de que algunas quieran renunciar total o parcialmente a su autonomía», fuercen a todos a hacer lo mismo, a las que quieren renunciar y a las que no solamente no quieren sino que quieren «seguir profundizando en el autogobierno».

«Saludo efusivamente las declaraciones de Aguirre porque creo que ponen el dedo en la llaga y porque es una de las grandes cuestiones que tiene planteado el Estado español», manifestó Erkoreka.

El secretario general de UPN, Carlos García Adanero, calificó la propuesta de Aguirre de «inconcebible». A su juicio, «el problema no es el Estado autonómico en sí, sino cómo se ha gestionado y cómo se sigue gestionando por algunos partidos o líderes políticos».