Durante los últimos cinco años, el restaurante Arzak siempre ha figurado entre los diez mejores del mundo, y fue el primer restaurante vasco al que le fueron concedidas las tres estrellas Michelin, además de numerosos galardones. Esta vez ha sido Elena Arzak la que ha recibido el premio a la Mejor Chef Femenina del Mundo.

¿Cómo ha caído la noticia?

Estoy encantada. El año pasado que me nominaran fue ya una sorpresa, fue como un premio. Este año además no hay otras nominadas. Me he quedado impresionada, estoy como si me hubiese tocado la lotería. Me alegro mucho por el restaurante, por mi familia, por nuestro equipo y por la cocina en general. Creo que formo parte de un colectivo de cocineros vascos, que un día premian a uno, otro día a otro, y me siento muy agradecida por poder formar parte de este colectivo y que muchísima gente de todo el mundo venga a probar nuestros restaurantes. Mi aita está encantado, es como si el premio se lo hubieran dado a él. Se lo agradezco mucho porque siempre me ha apoyado y me ha dejado hacer muchas cosas. También me alegro por mi ama, que es una mujer muy emprendedora y siempre nos ha apoyado en nuestras decisiones.

Mencionaba el colectivo, y hasta ahora los galardones han llegado al restaurante, a su padre... Este, sin embargo, llega a título personal.

Eso me da mucha fuerza y mucha ilusión porque yo siempre he querido quedarme en el restaurante y poder estar aquí, que es lo que más me gusta. Cuando te reconocen quiere decir que voy por buen camino. Todo esto de los premios, siempre pienso que se los van a dar a otros y por eso estoy tan emocionada.

Además, es un premio de mujeres cocineras. Yo nunca me he cuestionado ser mujer o no, porque Euskadi siempre ha sido matriarcado, en el cual la mujer ha tenido mucha fuerza. En el Arzak el 80% somos mujeres y hay seis mujeres que son jefas de partida. Mi amona era cocinera y siempre lo he vivido de forma muy natural. Me gustaría que a todas las mujeres les pasara lo mismo, y si no fuera posible, estas cosas sirven para ayudar. En mi caso lo veo como un reconocimiento a la cocina. Antes en las escuelas de hostelería había menos mujeres, ahora está igualado. De verdad que estoy muy contenta y ojalá me hubiese visto mi amona.

El jurado ha subrayado que ha conseguido que «su casa sea reconocida como una de las más influyentes del mundo».

El aita y yo trabajamos como un tándem y hacemos una cocina que se llama «Cocina de autor vasca, investigación, evolución y vanguardia». Intentamos evolucionar siempre con el espíritu de cocinar y servir lo que a nosotros nos gustaría recibir. Sí que es verdad que en los últimos años ha habido un auge de la cocina de Euskadi y que empezó a ser muy reconocida en el mundo. Nosotros seguimos en esa línea y la gente viene a conocer la referencia mundial de la cocina de vanguardia y la cocina en general. Y eso es algo de lo que tenemos que estar muy orgullosos.