«Aunque esta campaña presidencial ha terminado para mí y a que suspendemos la campaña a partir de hoy, no abandonamos el combate», afirmó el candidato ultraconservador Rick Santorum al anunciar su retirada en una rueda de prensa en Gettysburg, en su feudo de Pensilvania.

El fundamentalista cristiano debía retomar ayer su campaña tras una pausa durante las fiestas de Pascua marcada por la hospitalización de su hija Bella, que padece una anomalía cromosómica. Después de una semana en el hospital, la niña, de tres años volvió el lunes a su casa y, según explicó Santorum, había mejorado. pero tras discutirlo «sobre la mesa de la cocina», el candidato decidió retirarse de la campaña.

«Vamos a continuar batiéndonos por los americanos que se han movilizado y nos han dado alas para realizar lo que ningún experto político había previsto», afirmó recordando su sorprendente victoria en los caucus de Iowa el 3 de enero y su ascenso en los sondeos a medida que se desarrollaba la campaña.

Tras una serie de derrotas consecutivas la semana pasada, con 272 delegados, Santorum se encontraba en segunda posición tras el favorito Mitt Romney (656 delegados) en la batalla del partido republicano para designar al adversario del actual presidente y candidato demócrata, Barack Obama. Su oportunidad para recuperar posiciones eran las primarias de Pensilvania

El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, en tercera posición con 140 delegados, afirmó que mantiene su candidatura y llamó a los partidarios de Santorum a respaldarla. En cuarto lugar se mantiene Ron Paul, con 67.