Martxelo Díaz Periodista
Se ha levantado la veda monárquica
La aventura de Juan Carlos de Borbón en Botswana parece que va a traer cola, por mucho que ahora el accidentado se esfuerce en pedir perdón con la boca pequeña nada más salir de la clínica.
Lo peor que le puede pasar a un rey es que pierda su aureola, que se convierta en uno más de sus ciudadanos, que no tenga glamour. En definitiva, que no sirva para eso que dicen que sirven los reyes. Hasta hace poco, Juan Carlos de Borbón era «el mejor embajador» del Estado español, especialmente en lo que se refiere a mantener contactos en la sombra para conseguir contratos millonarios con oscuros reyezuelos árabes que nadan en petróleo mientras someten a su pueblo. También destacaban su labor en Latinoamérica y muchos le rieron cortesanamente las gracias cuando soltó el colonialista «por qué no te callas» a Hugo Chávez, el presidente venezolano. Todo eso ha pasado a mejor historia y el rey ha dejado de ser campechano para ser imprudente (o algo peor que me reservo porque todavía está vigente el Código Penal).
Pienso que las cosas les pasan a los que las buscan, pero caerte por las escaleras en pleno 14 de abril, una semana después de que tu nieto se dispare en el pie, en un rincón remoto de Botswana -que, por cierto, destina el 10% de su PIB a Educación- y que mientras estés ingresado en una clínica del grupo USP (que se presenta en su web como «líderes de la sanidad privada») Argentina expropie YPF se puede calificar como el cúmulo de la mala suerte.
Después de ver en «El Mundo» una infografía con todas las operaciones quirúrgicas a las que se ha sometido Juan Carlos de Borbón -me viene a la cabeza una similar con las cornadas del mítico torero Juan José Padilla- me da que sus mejores tiempos han pasado. Los medios de la derecha española, que no dan puntada sin hilo, presentan como amortizado al sucesor de Franco y ya hablan claramente de abdicación y de que su hijo Felipe es el único que ha mantenido el tipo estos días. Le han dado la espalda y le agradecen los servicios prestados. No estaría mal que fuera sustituido por la Tercera República.