La Ertzaintza carga contra los trabajadores de Tubos Reunidos
Agentes de la Ertzaintza cargaron ayer contra un centenar de trabajadores de Tubos Reunidos de Amurrio que se había concentrado a las puertas de la empresa al inicio de la jornada de paro convocada contra los recortes laborales. La actuación policial se saldó con dos detenidos, uno de ellos herido, que tuvo que ser atendido de una herida sangrante en la mandíbula.
GARA | GASTEIZ
Los hechos sucedieron a las 7.15 de la mañana en la entrada de las instalaciones de Tubos Reunidos, empresa en la que se había convocado un paro de 24 horas en protesta por la intención de la dirección de aplicar la reforma laboral y «vaciar de contenido» el convenio colectivo.
El Departamento de Interior justificó la carga aduciendo que los piquetes protagonizaban «disturbios» a la entrada de la compañía al impedir el acceso de los trabajadores, y se apresuró a matizar que los agentes no utilizaron pelotas de goma.
El comité aseguró que el piquete «en ningún momento» coaccionó a los trabajadores que accedían a la empresa ni mostró actitudes «de provocación o amenazantes que justificaran la carga policial».
La actuación policial se saldó con dos trabajadores detenidos, uno de ellos herido, que tuvo que ser atendido de una herida sengrante en la mandíbula, así como con varios ertzainas «contusionados», según Interior, tras recibir «patadas y golpes». Los arrestados fueron acusados de «resistencia a los agentes» y de «desobediencia grave».
Posteriormente, hacia las nueve de la mañana, la Ertzaintza, en el mismo lugar, imputó a otra persona por «coacciones».
El comité responsabilizó en última instancia a la dirección de la planta de los sucesos acaecidos en la mañana de ayer por haber llamado a la policía. «En muchos años de negociaciones de convenios y huelgas, jamás ha habido altercados ni se había presentado la policía en las instalaciones, porque las anteriores direcciones no lo habían creído oportuno». No obstante, añade que en esta ocasión «el talante de la actual dirección se ha manifestado con la peor de sus caras».
La Federación de Industria de CCOO de Euskadi denunció también la «intromisión violenta y desmesurada de la Ertzaintza en el ejercicio del derecho de huelga, crispando sin motivos una movilización de carácter laboral, legítimo y sin ningún rasgo de coacción».
Con respecto al paro de 24 horas, el comité señaló que tuvo un seguimiento «masivo» y censuró la situación de «inmovilidad» de la dirección. Recordó que la empresa de tubos de acero sin soldadura obtuvo en el 2011 unos beneficios de «más de 19 millones de euros», que «espera superarlos ampliamente durante el año en curso», pese a lo cual la dirección «ofrece a su plantilla recortes salariales y los aspectos más perniciosos de la reforma laboral».
El comité aseguró que el piquete «en ningún momento» coaccionó a los trabajadores que accedían a la empresa ni mostró actitudes «de provocación o amenazantes que justificaran la carga policial»