Una foto que muestra a dos soldados estadounidenses con uniforme, sonriendo en primer plano, cerca de un cadáver, es una de las 18 publicadas por el diario «Los Angeles Times» de militares de EEUU posando con restos humanos, que según explicó el diario, recibió de «un soldado americano que quería llamar la atención sobre los problemas de disciplina».

«Estas imágenes no representan los valores o el profesionalismo de la gran mayoría de las tropas americanas que sirven hoy en Afganistán», se disculpó el secretario de Defensa de EEUU, León Panetta, quien aseguró que «ha comenzado una investigación que podría desembocar en procedimientos disciplinarios». Los soldados implicados en «esta conducta inhumana» deberán responder ante la justicia militar», añadió.

Según «Los Angeles Times», las imágenes corresponden a soldados de la 82 división aerotransportada con los cadáveres de kamikazes afganos en la provincia de Zabul, en 2010.

También publicó la imagen tomada en febrero de 2010, de varios soldados enviados a registrar huellas digitales de un insurgente que se hizo explotar, que se fotografiaron con restos de sus piernas levantadas, sonrientes, como si fuera un trofeo.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, condenó «con fuerza» la actuación de estos militares y prometió una investigación «profunda» para depurar responsabilidades. Lamentó que se hayan publicado, pese a las presiones para que el diario no lo hiciera porque pueden ser «utilizadas por el enemigo».

Además, matizó que los hechos se produjeron hace «varios años». Pero el escándalo no llega aislado, sino que sigue al de la quema de ejemplares del Corán por fuerzas de la OTAN o el ataque de un sargento estadounidense que mató a 17 personas .

La OTAN pide más dinero

Por otro lado, Rasmussusen, pidió a los países aliados de EEUU que aumenten su contribución económica en su misión en Afganistán, afirmando que deben hacer «mucho más» para que «la Alianza disponga de las capacidades militares que necesitará en la próxima década, y más allá», pese a la crisis.

Argumentó que financiar las fuerzas de seguridad de ese país resultará «menos caro» que mantener tropas en suelo afgano. Washington demanda una contribución de unos 4.100 millones de dólares anuales para el período 2015-2028 para mantener a los policías y soldados afganos y ha comenzado ya a pedir aportaciones a los socios en función de su tamaño y situación económica.