MESA REDONDA EN LA CASA DE LA PAZ
La parálisis del PP sobresale desde la atalaya de Aiete seis meses después
Medio año después de la Conferencia, Lokarri sentó en Aiete a tres destacados analistas políticos vascos para testar la situación. Pese a su dispar posición, José Luis Rodríguez Aizpeolea («El País»), Iñaki Iriondo (Gara) y Pablo Muñoz (Grupo Noticias) coincidieron en resaltar el inmovilismo del Gobierno español, pero también en la convicción de que la clave del futuro no está en Madrid, sino aquí.
Ramón SOLA
La Conferencia de Aiete del 17 de octubre pasado dejó huella también en los periodistas que la cubrieron, y que tres días después informaron del fulminante cumplimiento del primer punto con la decisión de ETA. Ayer, de nuevo en la Casa de la Paz, Pablo Muñoz (Grupo Noticias) destacó que en realidad era el colofón a «dos años en vilo» por el modo en que la izquierda abertzale fue desencadenando acontecimientos y la comunidad internacional pasó a implicarse en Euskal Herria. Un vértigo que contrasta aún más con el parón posterior: «Zapatero no se mojó porque le quedaba poco y Rajoy tampoco porque cree que le vendrá bien que esto se cueza en su propia salsa», dijo.
La visión de Muñoz se comparte desde Madrid, donde Aizpeolea lleva 20 años escribiendo en ``El País'': «No se ha hecho prácticamente nada. En una comida, [el ministro Alberto Ruiz] Gallardón dijo que los tribunales ya resolverían esto, pero no han resuelto nada». Ve claro que en el PP «han estado alimentado a la extrema derecha y ahora empieza a lamentarlo. Y me duele decirlo, pero con las víctimas han creado una especie de elite que impide avanzar».
Menos sorprendido se mostró Iñaki Iriondo, cronista político de GARA, que añadió una idea: «Cuando empezó con este giro estratégico, Arnaldo Otegi hacía una doble constatación: que el bloqueo beneficiaba al Estado y que había que cambiar el sitio de la confrontación, llevándolo a la política. Eso se llevó a cabo, y ahora quien está perdiendo con el paso del tiempo, por no hacer nada, es el Estado».
Iriondo llamó la atención sobre los posicionamientos internacionales que están llegando en los últimos días en una misma dirección (Jonathan Powell en Bruselas, Brian Currin en Donostia, Alberto Spektorowski en la Cadena Ser, Ram Manikkalingam en una visita privada reciente...): «La presión empieza a estar mucho más sobre el Gobierno español, y creo que algunos miembros del PP se están dando cuenta».
Mirando al futuro
Aizpeolea añadió que otro tanto observa en Euskal Herria: «Está claro que la exigencia en Euskadi es creciente hacia el Gobierno». Reprochó a Rajoy no haber tomado medidas tan viables dentro de la ley como acercar presos y excarcelar a los que se encuentran enfermos. Tras el aval a la «doctrina Parot», vaticinó que Sortu será legalizado y mostró más dudas sobre el «caso Bateragune» («se hará lo que interese al Gobierno»). Cree que el PP querrá dar así «una de cal y otra de arena», pero matiza que en cualquier caso «la clave está aquí, en Euskal Herria». Y sobre todo en el futuro Parlamento de Gasteiz, con su nueva relación de fuerzas.
Hubo unanimidad también en considerar que la legislatura está agotada en este terreno, ya que ni Patxi López ha aportado nada, ni el Comisionado lo hará, ni la ponencia parlamentaria tiene recorrido. Por ahí se abrieron claros de luz en este cruce de diagnósticos cualificados. Aizpeolea prevé que con ese nuevo parlamento «puede cambiar la cosa». Muñoz también matizó su escepticismo: «No hemos empezado nada bien, pero seis meses es muy poco, ciertamente». Y para Iriondo, la clave estriba en «no caer en el nerviosismo, aunque sé para quien tiene un familiar en la cárcel eso es difícil, y seguir generando condiciones para que el Gobierno español entre en la hoja de ruta de Aiete».
Lokarri completó el acto con la presentación de un libro que recoge los documentos, discursos y participantes de aquella cita histórica. Y también retornó a Aiete Juan Karlos Izagirre, alcalde de Donostia, que presentó la mesa redonda.