Nicolas Sarkozy rechaza pactar con la ultraderecha sin renunciar a sus votos
A pesar de buscar el voto del Frente Nacional para la segunda vuelta de las presidenciales francesas, el candidato-presidente Nicolas-Sarkozy aseguró ayer que no llegará a ningún acuerdo con la extrema derecha y que no contará con ningún ministro del FN si es reelegido.
GARA | PARÍS
«No habrá ningún acuerdo con el Frente Nacional ni ministros, pero debo tener en cuenta el voto» de los electores que votaron por la candidata del FN, Marine Le Pen y no considerar que «hay que taparse la nariz», declaró Sarkozy a la emisora France Info. Casi el 18% de los electores «que votaron (por Le Pen) no le pertenecen y es mi deber dirigirme a ellos», agregó, reiterando su negativa a «demonizar a los electores que votaron por la candidata del Frente Nacional».
Una encuesta de opinión mostró que dos tercios de los partidarios de Sarkozy quiere que el mandatario forje una alianza con el FN después de que Le Pen lograra un 17,9 % el domingo, convirtiendo a sus 6,4 millones de partidarios en clave para la segunda vuelta del 6 de mayo.
Hollande «entiende el miedo»
Por su parte, el candidato del PS François Hollande, dijo a la cadena de televisión France 2 que no hará concesiones a la extrema derecha, pero aseguró que quiere demostrar que entiende «el miedo y la ira» de los votantes sobre el cierre de fábricas.
El último sondeo de opinión, publicado el martes por el instituto OpinionWay, indica que François Hollande ganaría la segunda vuelta de las presidenciales con el 54% de los votos; Nicolas Sarkozy, obtendría el 46%. Además, Hollande estimó que hay «demasiadas ambigüedades» en el partido del presidente, la UMP, sobre la posición que tendría en caso de eventuales duelos entre el FN y el PS en las legislativas, previstas el 10 y el 17 de junio. Agregó que, en caso de duelo entre el FN y la UMP, él «nunca vaciló» y que en 2002 «llamé a votar por Chirac; no dije `contra' la extrema derecha, dije `por' Chirac», recalcó.
Por su parte, Marine Le Pen pidió al presidente francés y al jefe de su partido, Jean-François Copé, que indiquen «claramente» el sentido de su voto en caso de duelo PS/FN en las legislativas de junio. El eventual apoyo o no a la extrema derecha en las legislativas ha producido cierta tensión en el partido del presidente.
El martes, el primer ministro, François Fillon, calificó de «estúpidas y contraproducentes» las declaraciones de la senadora Chantal Jouanno (UMP), que dijo que votaría por el PS. No obstante, el propio Fillon, como antes lo hizo el ministro del Interior, Claude Guéant, declaró luego que «por supuesto» no votaría por el FN, pero sin decir que votaría por el PS.
El presidente de la Unión, Herman Van Rompuy, advirtió de que «desgraciadamente, los vientos del populismo amenazan una de las grandes realizaciones de la integración europea: la libre circulación de personas», en la que Berlín, París o La Haya reclaman pasos atrás.