ACUERDO ESTRATÉGICO PARA UN NUEVO TIEMPO
COMPROMISO PARA LA ESTRATEGIA NACIONAL
Valoramos de forma positiva los cambios que durante los últimos meses se han dado en Euskal Herria y la nueva etapa política que se ha abierto a raíz de esos cambios. Y queremos darles una respuesta positiva. Por ese motivo, creemos que ha llegado la hora, mediante la acumulación de fuerzas, de impulsar la construcción nacional y la transformación social, así como de hacer frente a la crisis sistémica que quiere acabar con los derechos sociales y laborales de la ciudadanía y de la clase trabajadora. Es la hora de la defensa de los derechos individuales y colectivos de las personas que integramos la sociedad, partiendo de la igualdad de oportunidades y el cuidado y la defensa del planeta.
Si es cierto que la liberación nacional exige de la liberación social, en el contexto de crisis que estamos viviendo, tenemos que aferrarnos con más fuerza que nunca a esa máxima. Por lo tanto, reivindicamos el vínculo y la dimensión de las diferentes luchas.
Estamos convencidos de que superaremos los desacuerdos y las divisiones que han existido en los últimos años entre las diferentes fuerzas políticas, y de que tenemos la ocasión de construir una acumulación estable de fuerzas independentistas y soberanistas, de izquierda.
Como muestra de nuestra voluntad política, queremos declarar ante la sociedad de Euskal Herria nuestro compromiso de avanzar hacia una estrategia nacional con el diálogo y el trabajo en común como compañeros de viaje.
I. OBJETIVOS
1. Euskal Herria, nación soberana en Europa
La Europa que conocemos se ha estructurado según las necesidades de las élites financieras y las multinacionales. El sistema neoliberal se vale de una coyuntura de crisis para ahondar más en su lógica. Las consecuencias de estas actuaciones en la construcción de Europa han sido muchas y de consideración.
Al contrario de lo que se ha hecho hasta ahora, abogamos por una Europa social que reivindique la soberanía de los pueblos que la integran y que dé cauce a esas reivindicaciones; una Europa que defienda su diversidad cultural y proyecte una educación en base a esa diversidad; una Europa que, frente al proyecto centralista y neoliberal, apueste por la Europa de los pueblos construyendo un proyecto alternativo que dé prioridad al derecho a decidir de los pueblos y a su soberanía.
Reivindicamos que Euskal Herria es una nación en Europa y en el mundo, y exigimos los mismos derechos para nosotros y nosotras que para el resto de las naciones de Europa y del mundo, ni más ni menos, para intentar desarrollar un nuevo modelo de estructuración de Europa.
2. Paz y derechos civiles y políticos
Queremos ver superados el conflicto político y la violencia en Euskal Herria y, para la consecución de ese objetivo, tomamos como hojas de ruta el Acuerdo de Gernika y las conclusiones de la Conferencia de Paz de Aiete. El diálogo, un diálogo sin exclusiones, y el acuerdo deben ser los principios que rijan el proceso. Un diálogo integrador, no excluyente, que convierta a la ciudadanía en protagonista, motor y testigo del mismo; un diálogo que posibilite la construcción de una paz justa, sin vencedores ni vencidos; que supere los límites que nos establecen las instituciones y el actual marco jurídico, y que cuente con todos los territorios de Euskal Herria; un diálogo que, sobre los principios Mitchell, nos dirija hacia un acuerdo democrático.
Tenemos el firme compromiso de impulsar una convivencia desde la igualdad y estamos dando pasos, en esa dirección, trabajando estrechamente, desde la firma del Acuerdo de Gernika. Estamos dando pasos unilaterales, pero es el momento para que todos los agentes implicados empiecen a dar pasos, tal y como se solicitaba en las conclusiones de la Conferencia de Paz de Aiete.
Los estados español y francés no pueden seguir haciendo oídos sordos a las conclusiones de Aiete. No pueden seguir actuando parapetados en leyes de excepción que quebrantan derechos civiles y políticos. Urge un cambio en las políticas penitenciarias de los estados francés y español si verdaderamente se consideran estados democráticos. Ese cambio exige que se ponga en libertad a aquellas personas presas con enfermedades graves, que puedan volver los refugiados y deportados, la derogación de la doctrina Parot, la revisión de la situación de aquellos presos y presas que hayan cumplido su condena, y la finalización de la política de dispersión, con el acercamiento de las personas presas a Euskal Herria como paso previo a la vuelta a casa de los presos y presas políticos, visualizando de esta manera la superación definitiva del conflicto armado.
De la misma manera urge el reconocimiento y la reparación de las víctimas; de todas, sin excepción. Un paso que servirá para reconocer todo el sufrimiento y conocer todas las verdades.
Es hora de que empecemos a dar pasos desde todas las partes implicadas. Esos pasos se deben dar también en lo que a normalización política se refiere, garantizando la legalización de todas las fuerzas y agentes políticos, para que todas las expresiones de violencia desaparezcan.
Por lo tanto, en opinión de las cinco fuerzas políticas firmantes, los partidos políticos deberíamos dar ese primer impulso necesario al diálogo, un diálogo que sea capaz de superar los límites institucionales y administrativos, y que sea abierto a todas las personas de Euskal Herria.
3. Un modelo económico soberano, justo y ecológico
Muchos de los problemas que sufrimos hoy en día -debilidad, pobreza, desigualdad, cambio climático, etc.- son la consecuencia del sistema en el que vivimos, por lo que ese sistema no puede ofrecer una solución a los problemas que él mismo genera. Ese motivo nos lleva, más allá de proponer cambios en el sistema, a la necesidad de plantear su superación mediante alternativas viables; entendiendo la economía como una herramienta para la garantía y el cumplimiento de los derechos y no al revés, que es lo que sucede a día de hoy. Ese objetivo conlleva la necesidad de actuar como pueblo en Europa: la soberanía es imprescindible para poder priorizar la solidaridad entre los pueblos.
Defendemos que la soberanía económica es la vía para la construcción de un modelo social y alternativo.
4. La construcción de Euskal Herria
La construcción de la Euskal Herria del futuro nos obliga a superar este marco jurídico que divide nuestro pueblo y a definir una estrategia que se adecue a los nuevos tiempos. Esa estrategia ha de tener en cuenta las diferentes realidades y velocidades de cada ámbito, si queremos superar con éxito la complejidad que presenta el marco actual a causa de esa división.
Euskal Herria se halla dividida entre dos estados con culturas democráticas muy diferentes. Por si eso fuera poco, la parte que se encuentra en el territorio del Estado español cuenta con dos marcos jurídicos - EAE y Nafarroa- que imprimen a los diferentes territorios de Hego Euskal Herria realidades y velocidades distintas. Por otro lado, en el Estado francés, Ipar Euskal Herria sigue sin tener ningún reconocimiento institucional.
Partiendo de esa situación asimétrica, para superar la situación jurídica impuesta durante años, estamos obligados a buscar puntos de encuentro desde las realidades que han generado las diferentes correlaciones de fuerzas, historias y realidades, conscientes de que somos un pueblo con una única sociedad integrada por personas abertzales y no abertzales.
Con esos mimbres y partiendo de la realidad actual nos comprometemos a, paso a paso, empezar a materializar nuestro proyecto estratégico: zazpiak bat. Nuestra brújula será la defensa del carácter nacional de Euskal Herria y su territorialidad.
5. Oficialidad y normalización del euskara
El euskara y la cultura vasca son las principales señas de identidad de Euskal Herria, y como defensores que somos de los derechos humanos y los derechos lingüísticos, denunciamos que legal y socialmente el euskara está arrinconado en el ámbito de los idiomas minorizados. Y declaramos que hay que dar una solución a esta cuestión. Reivindicamos el reconocimiento, la oficialidad y la normalización del euskara en toda Euskal Herria, y el desarrollo legal y reglamentario necesario para que pueda ser utilizado en libertad y con normalidad en todos los ámbitos.
Es nuestro objetivo lograr una Euskal Herria euskaldun integrada por ciudadanos y ciudadanas plurilingües y, en ese camino, impulsaremos medidas eficaces que nos permitan avanzar en la normalización social del euskara.
II. PRINCIPIOS
1. Derechos humanos: el derecho a decidir
Reivindicamos el respeto y la defensa de todos los derechos humanos para todas las personas. Todos los derechos para todas las personas, colectivos y pueblos. La democracia contemporánea se basa en la reivindicación, la defensa y el respeto de los derechos humanos, derechos que nos han sido negados históricamente y que se nos siguen negando hoy en día. Por una parte, se nos ha hurtado el derecho a decidir como pueblo; por otra parte, hemos sufrido el quebranto de los derechos humanos como consecuencia de los años de conflicto político.
Además, están las medidas basadas en políticas neoliberales que han implementado los diferentes gobiernos y que han afectado directamente a la igualdad de oportunidades que deben tener todas las personas. A todo ello, hay que añadir las leyes, los juzgados y las actuaciones de excepción que han desarrollado los Estados español y francés que todavía siguen en vigor, y que suponen la conculcación de los derechos políticos y civiles de personas y colectivos, y el debilitamiento del sistema de libertades.
Por todo ello, para construir una Euskal Herria integrada por personas libres que tengan garantizados todos sus derechos, nos esforzaremos en dar curso a un diálogo sin exclusiones con los demás agentes políticos, sociales y sindicales que nos permita dirigirnos a la autodeterminación.
2. Pluralidad democrática
La sociedad de Euskal Herria es plural: esa es una característica enriquecedora. La nación vasca que reivindicamos, la reivindicamos desde un punto de vista integrador, no excluyente.
Nos reafirmamos en nuestra apuesta por una igualdad basada en la pluralidad, porque la sociedad es plural y porque solamente desde la aceptación de esa pluralidad podemos construir una Euskal Herria con futuro. Entendemos la nación vasca como una comunidad con un destino común a construir entre todas las personas que vivan y trabajen en Euskal Herria. Apostamos por una sociedad basada en los valores del respeto y la solidaridad, e integrada por personas libres, cualquiera que sea su género, etnia, credo, orientación sexual, origen, cultura o idioma.
3. Igualdad
Creemos que es prioritaria la igualdad real entre hombres y mujeres para la consecución de una Euskal Herria normalizada. El sexo, el origen, la edad o el credo de las personas nos hace vivir la diversidad, y tenemos que ser iguales ante la ley y ante las oportunidades socioeconómicas, culturales y políticas, para que podamos ser personas libres, sin violencia ni exclusiones.
Somos conscientes de que los avances sociales para la mujer en el sistema económico estructurado en torno al capitalismo son casi imposibles, por esa razón, vemos necesario que la construcción de Euskal Herria se lleve a cabo también desde el feminismo.
4. La defensa del principio de la democracia
El sistema democrático, a día de hoy, peligra por culpa del neoliberalismo. Pensamos que es necesario superar la democracia representativa, y practicar la democracia directa y participativa para impulsar un cambio profundo de la sociedad.
Nos comprometemos a poner en marcha medidas que favorezcan la participación de la ciudadanía o la democracia directa en la toma de decisiones de los ámbitos de decisión o de poder en los que tengamos representación.
5. Internacionalismo
Defendemos el principio de la soberanía de los pueblos y los derechos nacionales de Euskal Herria, pero vinculamos el futuro del nuestro al futuro del resto de los pueblos del mundo. Somos internacionalistas.
CONCLUSIÓN
Nos comprometemos a desarrollar iniciativas solidarias internacionales eficaces y ámbitos alternativos en el mundo, empezando en Europa y extendiéndolos al resto del ámbito internacional.